Para el jefe de la unidad de energía y recursos naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Víctor Hugo Ventura, sería sumamente oneroso transformar esta tecnología por el alto costo que representa la reconversión.
La tesis de que es más económico contratar energía térmica mediante gas natural licuado (GNL), es cuestionable si el gobierno hondureño se limita a contratar 100 megavatios para abastecer a tres distantes comunidades del país.
Autoridades gubernamentales han dejado entrever que el apetito por este carburante es mayor, pero es necesario convencer a los empresarios térmicos de que reconviertan sus motores alimentados con bunker a gas natural licuado.
Cuesta arriba. Para el jefe de la unidad de energía y recursos naturales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Víctor Hugo Ventura, sería sumamente oneroso transformar esta tecnología por el alto costo que representa la reconversión.
"El costo de convertir un motor a gas licuado natural es una inversión sustancial. Si usted tiene un motor con cinco 0 10 años de vida útil, no vale la pena reconvertirlo", indicó el especialista.
Es muy diferente, fue del parecer, cuando se trata de motores denominados duales, que pueden generar energía a base de gas natural licuado y diésel. El gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Roberto Martínez Lozano, ha expresado que en los próximos días se emitirá un decreto para que en un plazo máximo de un año se prohíba la generación eléctrica con diésel. "Nosotros estuvimos obligados a contratar -50 megavatios con diésel, por apenas un año. Esto es la muerte y el fin del combustible diésel para producir energía", indicó.
Además, estima que en un plazo de dos años estarán listos para ponerle fin a la generación eléctrica con bunker.
"La ENEE se convertirá en el faro sobre el cual tendrá la industria que poner los ojos para ver hacia dónde tiene que caminar el país. Se tiene que quitar el bunker y el diésel, porque una fábrica no puede competir", dijo.
Para el funcionario se debe dar paso a los gaseoductos y la construcción de una planta de gas natural licuado.
La ENEE, quizas no contempla que el plazo de los contratos térmicos oscilan entre los 15 y 20 años. Además, estas empresas térmicas tienen convenios a mediano y largo plazo con el sistema financiero internacional y con proveedores de carburantes.
"Reconvertirse a generar con gas natural licuado será la decisión de cada uno de los generadores térmicos", opinó el funcionario de la Cepal.
Otro de los puntos que deben analizarse, continuó Ventura, es la logística, porque sería sumamente caro llevar el gas natural licuado desde Puerto Cortés hasta San Lorenzo, para el caso. "Creo que en vez de reconvertir a la industria, lo que más conviene es la instalación de una nueva generadora de energía con gas natural. El monto mínimo para que sea rentable debe oscilar entre los 450 y 500 megas", expresó Ventura.
"No creo que por razones de escala les resultaría rentable generar solo 100 megavatios, esta sería una cantidad muy pequeña para gas natural licuado. Se debe tomar en cuenta las millonarias inversiones portuarias y la gasificación que debe efectuarse", indicó. Para el especialista, la empresa que invierte en Honduras está desarrollando una primera fase y de manera, obvia, tendrá que elevar su generación, porque además piensa en exportar energía. La idea, continuó, sería vender unos 200 megavatios en Honduras y los 300 restantes en los países vecinos. Se aprovecharía la instalación de un cable que se construye en el marco del Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central (Siepac)