Chávez quiso, en sus palabras, "resucitar" la actividad de la OPEP y conseguir que el crudo tenga "un precio justo para productores y consumidores" en los mercados internacionales.
Viena, EFE. Con su política petrolera, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez contribuyó de forma decisiva a sacar a la OPEP de una profunda crisis y a elevar los precios del "oro negro" en cerca de un mil por cien durante sus mandatos.
Nada más llegar al poder, el flamante presidente prometió cambiar la estrategia petrolera y reducir la oferta acordada en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Chávez quiso, en sus palabras, "resucitar" la actividad de la OPEP y conseguir que el crudo tenga "un precio justo para productores y consumidores" en los mercados internacionales.
La falta de cumplimiento de los niveles de producción por parte de Venezuela y otros socios había impedido elevar los "petroprecios" que, a raíz de la crisis financiera asiática, se habían desplomado en 1998 al nivel más bajo en 14 años.
Pero ya antes de asumir el poder, el equipo del presidente electo había comenzado intensas negociaciones para superar las divergencias entre los productores y poder controlar la oferta.
El que iba a ser ministro de Petróleo de Venezuela, Ali Rodríguez Araque, se reunió en diciembre de 1998 en Madrid con sus homólogos de Arabia Saudí y de México. El objetivo era promover una reducción de la oferta por parte de la OPEP y otros grandes productores.
Y esos esfuerzos llevaron a que, a finales de marzo de 1999, en la primera reunión de la OPEP tras la llegada al poder de Chávez, el grupo pactara un fuerte recorte de su producción conjunta de crudo y Rodríguez Araque asegurase que Venezuela había "aprendido la lección" y no volvería a incumplir los compromisos.
A partir de esa fecha, la OPEP, a la que los expertos atribuían entonces una capacidad de maniobra mínima, recuperó con vigor su protagonismo en el sector y un año después tuvo que abrir los grifos porque los precios se habían disparado hasta los 30 dólares/barril.
El reconocimiento a la Venezuela chavista por parte de los socios de la OPEP quedó manifiesta en la aceptación a celebrar en el país latinoamericano la II Cumbre de Jefes de Estado en la historia del grupo, fundado en 1960.
También lo fue la elección en el año 2000 de Rodríguez Araque como secretario general de la OPEP, sustituido un año y medio después por su compatriota Álvaro Silva Calderón.
La primera gran gira internacional de Chávez fue precisamente un polémico viaje por los países de la organización para invitar personalmente a los jefes de Estado a asistir a la II Cumbre en Caracas.
En ese viaje, el mandatario venezolano se convirtió en el primer jefe de Estado recibido por el entonces presidente iraquí, Sadam Husein, algo que disgustó a Washington.
En línea con la voluntad de lograr cotizaciones "justas" para consumidores y productores, Venezuela impulsó la adopción en la OPEP de la llamada "banda de precios", una horquilla de fluctuación para mantener el valor del barril entre US$22 y US$28.
El pacto incluía un mecanismo por el cual la OPEP aumentaba sus extracciones si la cotización superaba el límite máximo, y la reducía si se situaba por debajo del mínimo.
La banda funcionó hasta fines de 2003. Luego, el "oro negro" se lanzó a una imparable carrera alcista, sostenida, entre otros factores, por el creciente consumo de China y otras economías asiáticas.
Poco tiempo después Chávez llamó la atención al vaticinar que el valor del barril llegaría a los US$100, causando tanto indignación como incredulidad entre los consumidores.
Pero el tiempo le dio la razón: batiendo récord tras récord, los precios llegaron a rozar los US$150 por barril a mediados de 2008, antes de caer en un 70% hasta fines del mismo año, debido a la crisis financiera.
Y una vez más, el grupo consiguió, en una reunión en diciembre de 2008 en Orán, recuperar los precios mediante un nuevo recorte de su producción, el mayor de su historia.
Para entonces, la OPEP estaba consolidada e incluso había atraído a un nuevo socio, Angola, así como a Ecuador, país que retornó al seno de la organización en 2007 tras tres décadas de ausencia y, también, gracias a la diplomacia chavista.
Hoy, la OPEP, con doce miembros, produce en torno a los 30 millones de barriles al día y el precio de su barril se mantiene firme a más de US$100.
En su promedio anual batió dos récords en 2011 y 2012, de US$107 y US$109, respectivamente, mientras que la media en lo que va de 2013 se sitúa en los US$110.