Chile, que atravesó años de estrechez energética e importa casi la totalidad de los combustibles que consume, ve oportunidades de reducir costos aprovechando sinergias con Argentina y Perú, mientras desarrolla una prometedora industria en base a energías no convencionales.
Santiago. Chile avanza en negociaciones para concretar conexiones eléctricas con países vecinos, mientras alista nuevas exportaciones energéticas hacia Argentina, dijo el jueves el ministro de Energía, Andrés Rebolledo.
Chile, que atravesó años de estrechez energética e importa casi la totalidad de los combustibles que consume, ve oportunidades de reducir costos aprovechando sinergias con Argentina y Perú, mientras desarrolla una prometedora industria en base a energías no convencionales.
"Hoy en día hay un contexto político-económico propicio para sentar las bases de lo que puede ser una interconexión eléctrica regional", dijo Rebolledo en un encuentro con corresponsales extranjeros.
Con Perú, el país avanza inicialmente en la prospección de una línea entre las localidades fronterizas de Tacna y Arica, para aprovechar un potencial gasífero en el sur peruano, aunque esa línea podría extenderse hacia otras zonas.
En tanto, Chile ha enviado electricidad y gas a Argentina, un plan que continuaría este año.
"La empresa que exportó electricidad ya pidió permiso nuevamente de exportación y (la estatal) ENAP está terminando su negociación para vender a los argentinos nuevamente gas", dijo.
Chile inició el año pasado el histórico suministro de gas natural licuado a Argentina, una década después de que ese país cerró la llave al envío de gas hacia territorio chileno por una disminución de sus reservas y una alta demanda interna.
En 2016, suministró a Argentina 101 gigavatios hora de electricidad y Rebolledo espera que este año la cifra sea al menos igual. También se enviaron 361 metros cúbicos de gas natural.
El funcionario explicó además que Chile presentará en próximas semanas una propuesta a Argentina para un modelo que les permita hacer swaps (intercambios) de energía, para enviar en algunos puntos del país y recibirla en otros.
El sector energético chileno, que lideró el año pasado las inversiones en el país con unos US$5.830 millones, avanza en las construcción de diversos proyectos con énfasis en fuentes no convencionales como energía solar y eólica.
