Este es el primer intento de evaluar el potencial de este recurso en áreas de alta demanda energética y está a cargo del Ministerio de Energía y el Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA).
La energía geotérmica es aquella que aprovecha el calor interno de la tierra y, generalmente, se asocia a la presencia de volcanes. En la zona central de la Cordillera de Los Andes existe un “gap volcánico”, ausencia de volcanismo cuaternario que genera un área de escasas fuentes termales de alta temperatura.
Entonces vale preguntarse ¿Quedará Santiago marginado del desarrollo y los beneficios de la energía geotérmica? Afortunadamente, no.
Los recursos geotérmicos se pueden clasificar en tres de acuerdo a la energía que contiene un reservorio: están los de alta entalpía (temperatura del agua mayor a 150°C), media entalpía (temperatura entre 90°C y 150°C) y baja entalpía (temperatura menor a 90°C).
La geotermia de baja entalpía permite usar este recurso de forma directa, aplicándolo principalmente a la calefacción industrial y domiciliaria, desarrollo de la horticultura, acuicultura y turismo, entre decenas de otros usos. Son precisamente estas algunas de las aplicaciones que podría arrojar el proyecto que inició el Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (CEGA) en conjunto con el Ministerio de Energía llamado “Determinación de parámetros termales en el subsuelo de las cuencas de Santiago y Talca: implicancias para el uso directo de la energía geotérmica”.
Este es un programa que será financiado por la entidad ministerial -por un costo de $300 millones (US$612.870)- y ejecutado por el CEGA.
El acuerdo suscrito entre ambas organizaciones tendrá una duración de tres años, tiempo en el cual un equipo de investigadores del CEGA medirá las gradientes geotermales, conductividad térmica y flujo calórico en las cuencas de Santiago y Talca para evaluar el potencial del recurso geotérmico en zonas del país con alta demanda energética.
Ambas cuencas presentan un contexto geológico similar y concentran un número significativo de pozos de aguas subterráneas.
Climatización espacios domésticos. El investigador principal del CEGA y jefe del proyecto, Gabriel Vargas, señaló que “este es un programa que aborda un tema sobre el cual hay muy poca información en Chile. Este proyecto permitirá ligar el conocimiento científico generado de la evolución geológica de la cordillera en el Valle Central, con una investigación que apuesta a conocer mejor el potencial de un recurso energético que podría tener un impacto económico y social a través del ahorro de energías contaminantes en zonas de alta densidad poblacional e industrial”.
El proyecto, cuya gestión estuvo a cargo del sub director e investigador principal del CEGA, Miguel Ángel Parada, comenzó sus primeras etapas de ejecución en octubre del 2010, con la recolección de datos y el registro de los pozos existentes en las cuencas involucradas en el programa. Esta labor contó con la asesoría del experto Dr. Valiya Hamza del Observatorio Nacional - ON/MCT de Río de Janeiro.
Para la alumna doctorante del CEGA cuya tesis forma parte de este proyecto, Anneli Grammusett, una de las claves de este trabajo es que disminuirá los factores de riesgo con los que, generalmente, se asocia a la exploración geotérmica.
“Existen variadas opciones tecnológicas de aprovechamiento de la temperatura y/o de la inercia térmica del subsuelo en procesos industriales y en climatización de espacios institucionales y domésticos", explicó.
Actualmente, los geólogos que integran el proyecto están haciendo las primeras mediciones en pozos de Santiago, el primer paso de una serie de etapas que a futuro les permitirá confeccionar mapas de parámetros termales a determinadas profundidades.