Según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la materialización de las inversiones proyectadas en la próxima década permitiría en el corto plazo que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente hasta alcanzar un crecimiento anual cercano al 6%, tres veces más que el año pasado.
Santiago. Chile debe invertir unos US$151.000 millones en infraestructura en los próximos diez años para evitar que aumenten los déficit en esta área, además de apoyar el repunte de la alicaída economía local, mostró el miércoles un informe del gremio de la construcción.
Según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), la materialización de las inversiones proyectadas en la próxima década permitiría en el corto plazo que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente hasta alcanzar un crecimiento anual cercano al 6%, tres veces más que el año pasado.
"Nos interesa que se tome conciencia de las necesidades de infraestructura porque contar con estas obras es clave para el desarrollo y la competitividad del país", dijo Jorge Mas, presidente de la CChC.
El informe del gremio se conoce un día después de que el Gobierno anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para crear una empresa estatal que manejará un fondo de infraestructura de unos US$9.000 millones.
El estudio destacó que la vialidad interurbana muestra una conectividad deficiente, mientras que el transporte en las grandes ciudades urge de proyectos de descongestión, como trenes urbanos. La inversión total requerida en estas dos áreas sumaría US$74.218 millones en los próximos diez años.
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En materia de recursos hídricos, el gremio estimó que la inversión necesaria alcanzaría los US$12.540 millones para asegurar la disponibilidad de agua, en cantidad y calidad.
Dado el actual débil crecimiento de la economía, que se mantendría en el mediano plazo, el estudio estimó que los proyectos ya en construcción serían suficientes para satisfacer gran parte de las inversiones requeridas (US$11.566 millones) durante la próxima década.
En materia de telecomunicaciones, se estimó que el déficit en conexiones de banda ancha, junto con conexiones de fibra óptica y accesos para bandas fijas y móviles requeriría inversiones por US$26.346 millones hasta mediados de la siguiente década.