China es una de las únicas potencias en el escenario político internacional capaces de proveer los miles de millones de dólares de inversión que Teherán necesita para mantener la capacidad de su estratégico sector petrolero.

Pekín. China limitó sus inversiones de crudo y gas en Irán, lo que despertó la ira de Teherán sobre una medida que funcionarios y ejecutivos creen que refleja los esfuerzos de Pekín por apaciguar a Washington y evitar sanciones estadounidenses sobre sus firmas energéticas.

Hay mucho en juego para el segundo mayor productor de la OPEP, ya que China es una de las únicas potencias en el escenario político internacional capaces de proveer los miles de millones de dólares de inversión que Teherán necesita para mantener la capacidad de su estratégico sector petrolero.

Cuatro ejecutivos de energéticas en Pekín describieron retiradas y demoras de emprendimientos chinos en Irán en los últimos meses, aun cuando China ha comprado más crudo de su socio de Oriente Medio, que depende de China en el financiamiento y la inversión para contrarrestar sanciones por su cuestionado plan nuclear.

La desaceleración de las inversiones chinas en Irán fue impulsada, al menos en parte, por los esfuerzos de Pekín desde fines del 2010 por bajar la tensión con el Gobierno de Estados Unidos.

Pekín busca reducir el riesgo de que las firmas petroleras chinas se vean afectadas por sanciones estadounidenses apoyadas vigorosamente por el Congreso de ese país, dijeron representantes.

El presidente estadounidense, Barack Obama, y miembros claves de su gabinete han presionado a Pekín para que haga más para ayudar a controlar las actividades nucleares de Irán, y el vicepresidente Joe Biden planteó el problema en su reciente visita a China, dijo Caitlin Hayden, portavoz de la Casa Blanca.