Esto, debido a las preocupaciones de que las sanciones a Teherán puedan interrumpir las exportaciones por más de US$2.000 millones al año al principal consumidor mundial de la materia prima.
Shanghai /Pekín. China reduciría la cantidad de mineral de hierro que compra a Irán desde marzo debido a preocupaciones de que las sanciones a Teherán puedan interrumpir las exportaciones por más de US$2.000 millones al año al principal consumidor mundial de la materia prima, dijeron operadores este miércoles.
Irán es una aliado político de China y uno de sus principales proveedores de petróleo crudo.
Irán fue también el quinto mayor proveedor de mineral de hierro a China en el 2011, con ventas por unas 17 millones de toneladas, aunque operadores dijeron que estimaban que las compras disminuirían en los próximos meses, ya que las sanciones podrían interrumpir los envíos y pagos.
"Hay un gran riesgo a futuro y muchos no lo han percibido aún", especificó un ejecutivo de alto nivel en una firma de intermediación con sede en Shanghái que tiene una asociación a largo plazo con una proveedora iraní.
"Es fácil para Estados Unidos congelar nuestras operaciones, obligando a los intermediarios grandes de mineral de hierro en China, que compran grandes volúmenes a Irán, a ser más cautos cuando firman acuerdos. No vale la pena arriesgarse," agregó.
Aunque el mineral de hierro iraní representó sólo un 2,4% del total de las importaciones chinas de 686 millones de tonelada el año pasado, su ausencia elevará los precios mientras China va en busca de suministros alternativos del insumo siderúrgico.
"Irán es una de las principales fuentes de mineral de hierro de poca pureza. Sin el mineral iraní, los compradores chinos estarán obligados a buscar materiales más baratos del Sudeste Asiático, de Latinoamérica, y África," declaró el gerente en China de Steel Index, Han Xun, agregando que "también podría intentar comprar más de proveedores dominantes como Australia y Brasil".
Estados Unidos expandió sus sanciones fiscales contra Irán este lunes, lo que se suma a una veda de la Unión Europea sobre las importaciones de petróleo iraní desde julio y medidas generales estadounidenses contra el banco central de Irán y las instituciones extranjeras que comercien con ese banco.
Las sanciones occidentales buscan llevar a Irán poner fin a su programa nuclear, que según Teherán busca producir energía y no armas. Irán, sin embargo, se negó a negociar garantías de que el programa será pacífico.