Otros datos divulgados el sábado mostraron que la producción industrial del gigante asiático aumentó un 9,6% en mayo respecto al año pasado, con lo que no cumplió con las expectativas y afianzó aún más las preocupaciones de que la economía china podría registrar su peor desaceleración en años.

El procesamiento de refinerías en China en mayo se redujo 0,7% respecto al año pasado, a 38,33 millones de toneladas, dijo el sábado la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por su sigla en inglés), lo que marca el segundo mes consecutivo de declives en momentos en que la segunda economía del mundo se desacelera.

Las tasas diarias de operación de 9,03 millones de barriles por día (bpd) subieron un 0,4% respecto a los 8,99 bpd de abril, que marcó el menor nivel desde octubre del 2011.

Otros datos divulgados el sábado mostraron que la producción industrial de China aumentó un 9,6% en mayo respecto al año pasado, con lo que no cumplió con las expectativas y afianzó aún más las preocupaciones de que la economía china podría registrar su peor desaceleración en años.

La inversión de activos fijos, el segundo impulsor del crecimiento económico de China en el primer trimestre después del consumo, escaló un 20,1% en el periodo de enero a mayo respecto al año pasado, apenas por encima de pronósticos de un incremento del 20%.

Sumándose a la creciente evidencia de que la economía china se está debilitando, la generación de energía en mayo aumentó apenas un 2,7% respecto al año pasado, a 389.800 millones de kilovatios hora, después de que la producción en abril reportó su crecimiento más lento en tres años.

El crecimiento de la producción de energía en China ha estado cayendo en general desde marzo del año pasado, siguiendo una desaceleración general de la actividad económica.

Por separado, la producción de productos de acero aumentó 6,3% respecto a abril, a 81,67 millones de toneladas en mayo, dijo la NBS.

Los fabricantes de acero de China han estado produciendo cantidades récord del metal desde marzo, pese a la tambaleante demanda doméstica y al descenso de los precios. Analistas refieren que están retrasando un requerido recorte de producción a fin de aferrarse a la participación de mercado.