EE.UU. dijo que quería que las negociaciones en 2010 estén basadas en el acuerdo no vinculante de Copenhague para limitar el calentamiento global, mientras que China insiste en que los diálogos deberían estar guiados por otros borradores de la ONU.
Bonn, Alemania. Estados Unidos y China se enfrentaron el viernes por cómo reanudar las negociaciones globales sobre medioambiente en el 2010, complicando la primera sesión de la ONU desde la débil cumbre de Copenhague que no logró un tratado vinculante para abordar el cambio climático.
Varios delegados en la sesión del 9 al 11 de abril de Bonn, donde participan 175 naciones, pidieron restaurar la confianza entre países ricos y pobres, pero pocos tenían esperanza de ver un acuerdo vinculante en la lucha contra el calentamiento global en la cumbre de Cancún, México, prevista a fin de año.
En una división entre los dos mayores emisores de gases invernadero del mundo, Estados Unidos dijo que quería que las negociaciones en 2010 estén basadas en el acuerdo no vinculante de Copenhague para limitar el calentamiento global, alcanzado durante la cumbre en diciembre.
China insistió en que los diálogos deberían estar guiados por otros borradores de Naciones Unidas y dijo que, por momentos, el primer ministro Wen Jiabao estuvo "desconcertado" por la forma en que se organizaron las reuniones en grupos pequeños.
"Consideramos a Copenhague como un hecho significativo", dijo a los delegados el negociador estadounidense Jonathan Pershing. "Creemos que el acuerdo debería influenciar a nuevas negociaciones. Este no fue un acuerdo casual", manifestó.
El pacto, respaldado por cerca de 120 naciones, establece la meta de limitar el aumento global de temperatura a menos de 2 grados centígrados, pero no dice cómo. También mantiene el prospecto de entregar US$100.000 millones al año en asistencia a las naciones en desarrollo, a fin de que puedan adaptarse los peores efectos del cambio climático.
Cancún y Bali. Su We, el jefe negociador chino, no elogió al acuerdo de Copenhague durante un discurso y dijo que el trabajo de este año debería ser guiado por los textos de la ONU redactados desde una reunión en Bali, Indonesia, que se llevó a cabo en el 2007.
Aquellos borradores también estuvieron plagados de desacuerdos. "Cancún tiene un objetivo muy claro, asegurar que el trabajo esté basado en la hoja de ruta de Bali", señaló.
"En el proceso de llegar a un acuerdo se perdieron la apertura y la transparencia", indicó el funcionario chino, tras señalar que Wen quedó "desconcertado" el 17 de diciembre en Copenhague cuando no fue informado sobre una reunión.
China se encuentra entre los 120 países que formalmente respaldaron el acuerdo de Copenhague, al que se oponen numerosas naciones en vías de desarrollo.
Su y varias naciones en desarrollo criticaron la práctica de limitar las negociaciones a pequeños grupos de negociadores. México ya realizó un encuentro preparatorio limitado a cerca de 40 países, a fin de intentar agilizar el enconado proceso de Naciones Unidas.
Fernando Tudela, jefe negociador de México, dijo que su delegación estaba consciente de que el proceso requería ajustes y modernización.
Afuera del centro de conferencias, ecologistas vertieron cerca de cuatro toneladas de vidrios rotos en el suelo junto a un letrero que decía "Copenhague" y una pancarta que tenía escrito: "Recojan los pedazos".
La sesión, que se celebra del 9 al 11 de abril, busca establecer cuántas reuniones adicionales deberán realizar antes del encuentro anual de ministros de Medio Ambiente en Cancún, México, entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre.