Irán está envuelto en una larga disputa con Occidente por su programa nuclear y ha amenazado en repetidas ocasiones bloquear el paso, lo que afectaría a su vecino país.
Bagdad. Irak podría perder más de la mitad de su capacidad exportadora de petróleo si su vecino Irán cierra el estrecho de Ormuz, una ruta naviera clave, y no habrían alternativas inmediatas que puedan compensar el déficit de crudo, declaró este lunes el ministro de Planificación de Bagdad, Ali al-Shukri.
De un promedio de 2.165 millones de barriles de petróleo por día (bpd) que Irak exportó el año pasado, alrededor de 1,7 millones de bpd fueron enviados desde las terminales de exportación en Basora a través del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico.
"Lo que nos preocupa es el cierre del Estrecho de Ormuz, ya que significa que Irak va a perder más de la mitad de su capacidad exportadora de petróleo", dijo Ali al-Shukri en una entrevista.
"Hoy estamos tratando de buscar alternativas para exportar el petróleo iraquí", detalló el ministro, cuyo país miembro de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) alberga la cuarta reserva mundial de petróleo más grande del mundo.
Irán está envuelto en una larga disputa con Occidente por su programa nuclear y ha amenazado en repetidas ocasiones con cerrar Ormuz si las sanciones logran impedir las exportaciones de crudo de Teherán, una medida que Washington dice que no va a tolerar.
El mes pasado, la Unión Europea enfureció a Teherán, el quinto mayor exportador de petróleo, cuando decidió restringir los envíos petroleros de la república islámica a partir del 1 de julio.
Las sanciones son un tema delicado para Bagdad, que tiene fuertes lazos políticos con Irán y Siria, donde el presidente Bashar al-Assad también enfrenta sanciones internacionales por la violencia en los disturbios contra su gobierno.
Shukri manifestó que Irak podría depender de un alza en las exportaciones de crudo a través de camiones y elevaría la capacidad exportadora de su oleoducto del norte del país, que envía petróleo desde los yacimientos del norte a la terminal turca de Ceyhan, a un millón de bpd desde los actuales 400.000 bpd.
Sin embargo, mencionó que "estas dos soluciones apresuradas de las que podríamos depender no satisfacerán nuestras capacidades de exportación".
En reiteradas ocasiones, el oleoducto Kirkuk-Ceyhan ha sido objeto de ataques de sabotaje desde la invasión liderada por Estados Unidos en el 2003 y de frecuentes fallas técnicas que requieren de años de reparación.
El año pasado, funcionarios en Irak y Jordania dijeron que ambos países acordaron, en principio, construir un oleoducto para abastecer a Jordania con petróleo en las próximas décadas. En la actualidad, Irak envía unos 15.000 bpd de crudo a través de camiones a su vecino.
Shukri declaró, además, que entre los planes a largo plazo que se podrían considerar está el invitar a empresas extranjeras a rehabilitar un oleoducto entre Irak y Banias, en Siria, que ha permanecido inoperativo por casi tres décadas.
Sin embargo, los disturbios en Siria hace que sea improbable que haya un interés inmediato en la reactivación de ese oleoducto.
Assad se encuentra bajo una creciente presión por la represión de su gobierno a las protestas que algunos temen pueda derivar en una guerra civil.