El presidente de la gremial Productores Citrícolas Unidos del Litoral Norte, Carlos Orihuela, manifestó que “es vital disponer de recursos para hacer un manejo del monte que permita que las plantas sigan produciendo”.
Los citricultores Salto –fueron los principales afectados por las intensas heladas que hubo el 7 y 8 de junio– esperan una asistencia del gobierno que consideran imprescindible para que un área importante de las plantaciones pueda seguir produciendo.
El presidente de la gremial Productores Citrícolas Unidos del Litoral Norte, Carlos Orihuela, manifestó que “es vital disponer de recursos para hacer un manejo del monte que permita que las plantas sigan produciendo”, agregando que son necesarias labores de poda y fertilización, aunque en algunos casos habrá que hacer un recambio de plantas; “los montes dañados si son bien atendidos y rápido se recuperan".
Orihuela dijo que se inició el relevamiento de daños por parte de los funcionarios del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) e instó a los productores a ayudar y denunciar sus realidades en dependencias del MGAP en Salto.
De momento se sabe que hay quintas muy dañadas y otras con perjuicios menores, lo cual depende de la zona y de las variedades.
Se afectó sobre todo a diversas variedades de naranjas, mandarinas y limones, porque pomelo hay poco. El daño estructural, a nivel de las plantaciones, se suma al daño coyuntural: la fruta perdida.
Hay mucha fruta que cayó y murió, otra quedó en las plantas pero no tendrá la calidad debida y no se podrá exportar. Al mercado interno irá una cantidad de fruta cítrica superior a la necesaria y eso deprimirá los precios, con el consecuente perjuicio para muchos productores, quienes no recibirán un precio que cubra los costos productivos.
Por lo tanto, “precisaremos una política crediticia o de subsidios para afrontar esta adversidad”, dijo Orihuela, quien aguarda que como ha sucedido antes se aplique una asistencia diferencial considerando los recursos de cada productor y sus daños.
“Lo otro que esperamos que no haya otra helada así –alcanzó los - 11 °C–, sería terrible”, afirmó. Las heladas también generaron daños graves al otro lado del río Uruguay. En el salón de la Capilla San Pedro, en Colonia Freitas, se reunieron 500 citricultores afectados.
Se volverán a encontrar en Chajarí, en los próximos días, a la espera de anuncios de ayuda de parte del gobierno provincial.