Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo, aseguró que en los últimos años se ha incrementado de 5% a 10% el gasto que realizan las diferentes empresas para protegerse, no sólo a sus empleados, sino también a sus instalaciones, maquinaria y producto.
Ciudad de México. Excélsior.com.mx. Las empresas mexicanas proveedoras de bienes y servicios a Petróleos Mexicanos (Pemex) ejercen anualmente una inversión cercana a 800 millones de pesos (US$59,4 millones) en la contratación de seguridad privada, esto con el objetivo de protegerse ante el constante amedrentamiento de la delincuencia organizada.
Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (Amipe), aseguró que en los últimos años se ha incrementado de 5% a 10% el gasto que realizan las diferentes empresas para protegerse, no sólo a sus empleados, sino también a sus instalaciones, maquinaria y producto.
Afirmó que entre las principales afectaciones que sufren sus agremiados tienen que ver con el cobro por derecho de piso o trabajo, así como secuestros a directivos o gerentes encargados del pago a los trabajadores.
“Se han tenido desde presiones para pagar cuotas, por cuestión de paso de piso, hasta secuestros en donde gente del sector se ha visto afectada a nivel directivo como gerencial, Pensamos que se debe desarrollar una estrategia para dar una mayor seguridad a las zonas donde hay una mayor actividad petrolera, precisamente porque muchas de estas zonas son alejadas.”
Explicó que en estados como Tamaulipas y Nuevo León existe una importante actividad petrolera; sin embargo, también son estas las entidades que se han visto más afectadas por las prácticas del crimen.
Aun cuando Pemex cuenta con tecnología y los recursos para resguardar sus instalaciones, de cualquier tipo de ataque, fuera de ello, donde se encuentran sus proveedores de bienes y servicios, son zonas prácticamente desprotegidas, lo que hace a estas empresas presa fácil del acoso de los delincuentes.
Por ello, consideró necesario que dentro de las estrategias de seguridad que desarrollan e implementas las autoridades, también es necesario que se tome en cuenta a las zonas cercanas a las instalaciones petroleras.
El directivo insistió en que una vez que entran en operación las empresas y forman parte de una comunidad, al mismo tiempo se vuelven foco de atención por parte de los grupos criminales.
“Es una situación que ha venido creciendo en los últimos años; si anteriormente tu considerabas ubicarte en una zona más económica para reducir gastos y poder enfrentar los contratos que tienes, pues ahora ya buscas lugares más seguras que son más caros.”
Por ello, el costo de la seguridad ya se ubica entre 5 y 10 por ciento, dependiendo de la empresa y la zona, lo que equivale para el sector un gasto de hasta 800 millones de pesos al año, lo cual va en detrimento de sus utilidades y gestión de inversiones a futuro.
“En definitiva si afecta a una empresa que está haciendo un servicio para Pemex o cualquier otra empresa, pues eso vulnera toda la actividad que se está realizando, hasta ponerla en una situación de perdida”, manifestó.