Estudios recientes de la empresa indican que su potencial de cogeneración es de unos 4.000 megawatts y las alternativas son para plantas con turbinas de gas y calderas de recuperación.

Una de las actividades con mayor potencial a raíz de los cambios en la legislación energética es la generación de electricidad, la cual consolidará Pemex a través del aprovechamiento del calor y vapor generado por sus procesos en instalaciones de refinación y petroquímica.

Estudios recientes de la empresa indican que su potencial de cogeneración es de unos 4.000 megawatts y las alternativas son para plantas con turbinas de gas y calderas de recuperación; ciclos combinados de turbina de gas y turbina de vapor o el aprovechamiento de sustancias residuales pesadas en tecnología de gasificación integrada en ciclo combinado, o en calderas supercríticas de lecho fluidizado con turbinas de vapor, que pudieran instalarse en Cadereyta, Salamanca, Madero y Tula, con plantas modulares de 300 a 350 megawatts.

Actualmente, Pemex consume poco menos de 6% de la energía eléctrica que se genera en el país y de consolidarse el proyecto, en cuatro años podría producir casi 10% de la electricidad del país.

Nuevas asociaciones. Otras tres áreas de negocio en las que también se va a enfocar Pemex son exploración y producción (E&P), ductos y comercialización, en las cuales tiene la posibilidad de promover asociaciones con inversionistas privados, nacionales y extranjeros.

En el área de E&P, por ejemplo, Pemex trabajará directamente con uno o más consorcios de empresas, elegidas mediante una convocatoria hecha por la Comisión Nacional de Hidrocarburos. La ventaja de este socio es que deberá cumplir las especificaciones que haga la nueva empresa productiva del Estado, la cual deberá tener una mayoría en el grupo.

En los cambios legislativos se establece que la CNH como órgano regulador es quien debe licitar al posible socio de Pemex en los yacimientos que por Ronda Cero se cambien a las siguientes rondas donde ya estarán participando operadores privados.

La posibilidad de tener socios con experiencia en aguas profundas permitirá a Pemex iniciar un negocio de perforación, primero en aguas someras, donde es uno de los líderes mundiales, y luego en profundidades mayores a los 1.000 metros.

Esta empresa sería privada, aunque se integraría con los activos que tiene Pemex en este momento y lo mismo podría servir para los nuevos operadores privados que buscarían explotar los campos maduros o las aguas someras de México.

Interés por la distribución. Hasta ahora, otra de las áreas donde más interés hay para Pemex y nuevos operadores es en ductos de hidrocarburos, y lo que se crearía en un par de años es una empresa de transporte y logística que será 100% propiedad de Pemex.

Irazema González, diputada del PRI, explicó que el dictamen de la Ley de Hidrocarburos es la más importante de la reforma energética y se espera detonar el dinamismo de la industria, activar los mecanismos para incrementar la seguridad energética del país, aumentar la producción de petróleo y de gas natural y obtener reservas de petróleo suficientes.

La Ley de Hidrocarburos será el instrumento jurídico detonador de todos los beneficios, pero hay un punto a trascender en el transporte y almacenamiento de hidrocarburos: seguridad energética.

“Deben existir los canales necesarios de distribución para hacer llegar a todos los actores de la industria los hidrocarburos y garantizar el acceso a la logística no sólo a los usuarios, sino que también se realicen operaciones con los excedentes de los energéticos”.

Así la Sener establecerá las medidas necesarias para asegurar el suministro de energéticos a través de una política pública, consistente en un plan quinquenal de expansión y utilización de la infraestructura existente.