Éste aumento “se trasmitiría de manera directa al Índice de Precios al Consumidor mediante la gasolina e indirectamente a los alimentos y algunos otros bienes vía costos de transporte”, según un estudio del Banco de la República.
Bogotá. Una voz de alerta dio el Banco de la República de Colombia sobre las incidencias que tendrá el alto precio del petróleo en los mercados internacionales sobre la política económica local.
Los efectos para Colombia del incremento en los precios del petróleo serían diversos y representarían retos para la política económica, dice el banco Central en su informe al Congreso.
Explica el estudio que entre los efectos más destacados se encuentra que el aumento en los precios de combustibles “se trasmitiría de manera directa al IPC (Índice de Precios al Consumidor) mediante la gasolina e indirectamente a los alimentos y algunos otros bienes vía costos de transporte”.
En abril, el ministerio de Minas y Energía decretó un incremento de 150 pesos para los combustibles y se estima que en los meses siguientes, la gasolina y el Acpm sigan al alza.
Admite el Banco de la República que “dicho efecto podría eventualmente afectar las expectativas de inflación”.
El informe advierte que “si no se observa un esfuerzo importante en la inversión, el efecto positivo en el ingreso podría llevar a incentivar un ciclo de expansión de demanda por encima de la capacidad productiva de la economía”.
Para el Banco Emisor, unos mayores ingresos producto de los altos precios de venta del crudo, que ingresaran a las arcas de Ecopetrol, fortalecerían la apreciación del peso, en caso de ser monetizados y “con ello, a pesar de que mitigaría en parte el impacto inflacionario, podrían afectar la competitividad de otros sectores productivos”.
La experiencia internacional muestra que es deseable ahorrar los mayores ingresos por el incremento en el precio de los commodities (productos básicos y materias primas), en lugar de gastarlos y actuar como si estos precios fueran a permanecer elevados de forma indefinida.