El proyecto de La Colosa se encuentra actualmente en la fase de exploración y todavía se va tardar tres o cuatro años más. A fines de 2013 estaría listo el estudio de prefractibilidad.
Mientras el gramo de oro sigue su escalada en los mercados internacionales, la empresa canadiense Anglo Gold Ashanti, que llegó a Colombia en 2003, sigue adelante con los trabajos de exploración en La Colosa (Cajamarca, Tolima), con miras a sacar su primer gramo de oro en 2019, a pesar de los obstáculos ambientales que se le han atravesado.
“Serán siete años en los que deberemos invertir otros US$450 millones y sin recibir un solo centavo de utilidad”, detalló la entidad.
Pero ese es el riesgo que corren las empresas mineras, explicó el presidente de la compañía con sede en Colombia, Rafael Herz, quien considera que por ahora hay que seguir trabajando por lo menos tres o cuatro años más, para terminar la exploración y definir si es técnicamente viable seguir con el desarrollo de uno de los prospectos de oro más grandes de la región.
Herz señaló que una cosa que los tiene preocupados es la decisión que pueda tomar el gobierno con respecto a las regalías.
Asimismo sostuvo que si éstas se suben, proyectos como el de La Colosa podrían quedarse sin ser realidad y la mermelada de la que tanto ha hablado el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, no existiría para repartirla en la tostada.
El directivo agregó que han invertido cerca de US$280 millones y que hasta ahora no han sacado el primer gramo de oro.
Por eso, este ‘cacao’ de la minería a gran escala en Colombia explicó en qué va el proyecto y cuál es el futuro de esta millonaria inversión.
-¿Cómo va el proyecto de La Colosa?
-Hoy estamos en la fase de exploración y todavía se va tardar 3 ó 4 años más. De aquí a finales de 2013 tendremos listo el estudio de prefractibilidad.
-¿Qué arroja el estudio?
-Primero saber si es viable y luego fijar las alternativas técnicas de desarrollo, su ubicación, la infraestructura a utilizar, el tamaño del depósito, los impactos ambientales y cómo se podrían mitigar.
-¿Exploran sin problemas?
-Tenemos los permisos que nos permiten avanzar para determinar el tamaño del depósito, pero se van a requerir permisos adicionales para definir la ubicación de la infraestructura y el tamaño de la planta. En este proceso avanzamos lentamente.
-¿Cuánto ha invertido AngloGold Ashanti hasta ahora en el país?
-En Colombia como un todo, se han invertido US$350 millones y en los próximos cuatro años otros US$450 millones. Esta inversión es a pleno riesgo, porque hasta ahora no tenemos utilidades.
-¿Y en La Colosa cuánto?
-Es el 80%, es decir, unos US$280 millones.
-¿Cuándo podrían tener el primer gramo de oro de La Colosa?
-No hemos sacado un solo gramo de oro. Si es viable el proyecto, en 2019 podríamos extraerlo.
-¿Cuánto se debería invertir en el montaje de la planta?
-Estamos hablando de unos US$3.500 a US$4.000 millones.
-¿Dicen que están preocupados por un posible incremento de las regalías?
-No estamos preocupados por la discusión, estamos preocupados por la posible decisión que puedan tomar el Congreso y el gobierno frente a proyectos de baja rentabilidad marginal y alto costo de capital. Si usted simplemente está incrementando las regalías sobre la base actual, estaría impidiendo el desarrollo de proyectos como el de La Colosa. Hay que discutirlo y demostrar técnicamente que se puede hacer. El país lo que podría terminar haciendo, al incrementar las regalías, es perderlas. Poder distribuir la mermelada más equitativamente, de lo que tanto habla el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, podría terminar en una desilusión al no tener mermelada para la tostada. Eso no está en la mente de nadie.
-¿Cómo van con la comunidad?
-Avanzando muy bien. En Cajamarca hay reconocimiento de la importancia de un proyecto de esta magnitud para el desarrollo del municipio. Estamos haciendo un trabajo social con las comunidades para el mejoramiento de las condiciones de vida en temas de educación y salud, pero también en el fortalecimiento de sectores productivos existentes, como la agricultura y la ganadería. Sin embargo, todavía nos falta acompañar y mostrar al nivel regional el alcance de los desarrollos mineros y lo que puede implicar no sólo para Cajamarca, sino para otros municipios del Tolima.
-¿El problema que tenían por el agua ya se solucionó?
-Para la fase exploratoria el agua que se requiere es mínima y lo que hemos venido haciendo de manera creativa es utilizar las aguas lluvias y transportándolas en carrotanques. El agua que se requiere es el equivalente a una finca de recreo y además el agua se recircula y no ha habido vertimientos a ningún río. Aún no sabemos de qué cuenca vamos a tomar el agua para la producción, ya que el principal uso no será en la mina, sino en la planta industrial de beneficio. Pero aún si La Colosa es tan grande como se cree y se toma el agua de la zona donde está ubicado hoy el proyecto, la afectación sobre las cuencas, ni en calidad ni en cantidad, perjudicará el uso doméstico y agrícola de la zona.
-¿Cuánta agua están utilizando en exploración?
-Cuatro litros por segundo y la mayoría no es para uso industrial o minero, es para uso doméstico.
-¿Cuánto oro habría en La Colosa?
-Tenemos estimaciones iniciales entre 12 y 16 millones de onzas, que es un tamaño importante. Pero si bien sabemos cuál es el tamaño potencial de reservas, lo que tiene que estudiarse es si desde el punto de vista técnico y económico es factible desarrollarlo, sacarlo del subsuelo y lo más importante, si las condiciones sociales permiten su ejecución. Y eso es en lo que estamos trabajando. Pero creemos que La Colosa es un proyecto de gran magnitud.
-¿La explotación sería a cielo abierto o subterránea?
-Eso es parte de lo que se está estudiando. Si el proyecto es a cielo abierto o se ven alternativas de hacerlo en el subsuelo, hay que ver que cada uno tiene unos impactos ambientales diferentes que habría que mirar. Esa decisión va a ser muy abierta y transparente y en cualquier caso los impactos ambientales son mitigables o compensables.
-¿En qué otros proyectos están?
-Estamos en fases tempranas de prospección y exploración en Antioquia, Caldas, Cauca y Nariño.