Hasta ahora, el país sudamericano sólo permitía la compra de cafés de un menor tamaño y granos decolorados de hasta un 5% por cada saco, que se pagaba como si estuviera en buenas condiciones, pero que se destinaba al consumo interno.
Colombia aprobó el jueves modificaciones que flexibilizan su regulación interna para la compra y la exportación de cafés de menor calidad, en una medida que busca reducir los efectos del Fenómeno de El Niño sobre los ingresos de los caficultores.
Hasta ahora, el país sudamericano sólo permitía la compra de cafés de un menor tamaño y granos decolorados de hasta un 5% por cada saco, que se pagaba como si estuviera en buenas condiciones, pero que se destinaba al consumo interno.
En la medida en que cada saco tuviera más porcentaje de café de baja calidad, denominado pasilla, el productor recibía un precio menor.
El cambio de regulación permite la compra de granos de calidades inferiores en un porcentaje mayor, sin afectar el precio que se paga al productor, como lo había anticipado en una entrevista con Reuters el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, hace dos semanas.
"De esta manera la nueva metodología de compra reconoce a todos los caficultores que se han visto afectados por El Niño un mayor valor a sus ventas de café pergamino", dijo un comunicado del Comité Nacional de Cafeteros, la máxima autoridad del sector.
El Fenómeno de El Niño ha ocasionado una escasez de lluvias, altas temperaturas y sequías en varias regiones de Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado, que han afectado a un 18 por ciento de la cosecha, que presenta granos de menor calidad.
La falta de lluvias y las altas temperaturas hacen que el café se seque dentro de la cereza y que la almendra no crezca, lo que se evidencia en granos defectuosos.
Adicionalmente, y para facilitar la comercialización de diferentes calidades de café, el Comité Nacional de Cafeteros también adoptó una nueva norma, que permite la exportación de granos, conocidos como segundas o coproductos, manteniendo los controles fitosanitarios y de humedad.
Sin embargo, los granos de menor calidad que se exporten no tendrán certificado de calidad asociado con el origen Café de Colombia, una medida que busca mantener el posicionamiento del origen colombiano como grano de alta calidad en el mundo.
Desde hace años, Colombia sólo permitía la exportación de café arábigo lavado y de especiales o diferenciados por la región geográfica en donde se producen, que se pagan a mejor precio.
"Se trata de medidas que vamos a empezar a implementar de manera inmediata, con el fin de apoyar la rentabilidad de un gran número de productores", dijo Vélez.
"Es claro que vamos a tener que seguir monitoreando los daños que genera El Niño y en la medida de las posibilidades, seguir adoptando medidas efectivas de apoyo a los cafeteros más afectados", explicó.
Colombia, el tercer productor mundial de café después de Brasil y Vietnam, registró en el 2014 una producción de 12,1 millones de sacos de 60 kilos, recuperando sus niveles históricos después de cuatro años de incumplir su meta por las fuertes lluvias y un programa de renovación de cultivos.
Para este año se espera una cosecha levemente superior a los 13 millones de sacos.