En las últimas dos semanas se ha caído el alquiler de taladros en Estados Unidos en un 14%, lo que significa que la producción bajará en Norteamérica y que el precio del petróleo repuntará.
“Es difícil hacer proyecciones, porque lo que hemos visto en los últimos seis meses es que todo el mundo se ha equivocado”. Esta es la lectura del ministro de Minas y Energía, Tomás González, frente a lo que podrá suceder con el negocio del petróleo, quien a pesar de su prudencia coincide con algunos análisis que señalan que el barril del Brent (índice de referencia de Colombia para sus negociaciones) estará por encima de los US$60 en lo que resta del año.
Esta es una cifra comodín con la cual están trabajando las 80 petroleras que operan en el país y el Gobierno Nacional; sin embargo, hay un marcado optimismo de que se podría presentar un repunte en el segundo semestre del año. El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Bruce Mac Master, señaló que nadie sabe lo que va a pasar con el petróleo, ya que ni siquiera el rey de Arabia Saudita supo dar una explicación sobre el tema, mucho menos él que su reto es lograr que la industria en general crezca más que el año pasado.
La caída de los precios en más del 50% tiene contra la pared al Gobierno, pues de los $50 billones en inversiones proyectadas (US$20.400 millones), $30 billones (US$12.239 milones) provienen del sector petrolero, y esto obligará al país a aumentar el hueco fiscal para cumplir con la regla fiscal.
En Ecopetrol, la empresa más grande del país, el ajuste proyectado es de US$7.860 millones, según su presidente Javier Genaro Gutiérrez, lo que obligará a reducir su inversión en exploración y concentrar sus recursos en la producción, que es lo que le genera caja para el desarrollo de nuevos proyectos que fueron aplazados hasta que el precio del crudo recupere los niveles de los US$80.
“Una de las prioridades de Ecopetrol es poner a funcionar la Refinería de Cartagena y retomar la modernización de la factoría de Barrancabermeja”, aseguró. Además de solucionar algunos problemas de transporte, especialmente la segunda fase del oleoducto Bicentenario, responsabilidad de Cenit, una de las compañías filiales de la estatal petrolera.
La reducción de la inversión se sentirá con mayor fuerza en la actividad exploratoria, lo que es un contrasentido, ya que no se podrán sumar nuevas reservas y el país podría estar condenado a importar petróleo para abastecer sus necesidades.
Otra de las compañías afectadas por la crisis de los precios es la colombiana con capital canadiense, Pacific Rubiales Energy, petrolera privada con la mayor producción en el país, especialmente en el departamento del Meta, con más de 230 mil barriles diarios, que tuvo que reducir sus inversiones en US$1.200 millones, especialmente en exploración.
Pero estas medidas, entre las que se incluyen la salida de personal y la suspensión de nuevas contrataciones por el aplazamiento de proyectos, no sólo será aplicada por Ecopetrol y Pacific, sino por las 80 compañías que operan en el país. Asimismo, esta es una afectación que no es sólo en Colombia, sino que está viviendo toda la industria mundial.
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco José Lloreda, señaló que “las compañías están realizando sus ajustes, que son normales ante una situación que redujo en un 50% sus ingresos”.
Por su parte, el ministro González recalcó que el Gobierno introdujo en el Plan Nacional de Desarrollo medidas que permitirán la flexibilización contractual. Además de que la producción incremental tenga unas regalías variables, es decir, que cuando la producción esté por encima del rango la empresa pague más y cuando sea menor, pague menos. “Además se declararon zonas francas los lugares para la exploración offshore, lo que reducirá los costos de la operación”, señaló.
Con estas medidas lo que se busca es que se mantenga la producción diaria por encima del millón de barriles y se garanticen los empleos de la industria. Para Javier Betancour, expresidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, es necesario optimizar los recursos y ser más eficientes con el fin de reducir los costos.
Alejandro Martínez, expresidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), se suma a las proyecciones del mercado, es decir, alrededor de los U$60 para finales de 2015, pero insiste en que no volverá a los US$100. De igual manera señaló que en las últimas dos semanas el alquiler de taladros en Estados Unidos ha caído 14%, lo que significa que se va a reducir la exploración de no convencionales, lo que permitirá que el precio reaccione al alza.
También recalcó que ante los altos almacenamientos de crudo y la baja reacción de la demanda, la variación no será significativa. Lo que sí recordó es que el trabajo de balancín, que tenía Arabia Saudita para detener o incrementar la producción, hoy está en manos de Estados Unidos.