El país sudamericano terminará este año con una producción de alrededor de 14 millones de sacos de 60 kilos y exportaciones de entre 12,5 millones y 13 millones de sacos, sin mayores efectos por la pandemia del COVID-19.
Bogotá. Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado, buscará mantener sus niveles de producción y exportaciones en 2021 aprovechando el buen comportamiento de los precios internacionales, pero no proyecta incrementar su cosecha ni el área sembrada, dijo este martes un influyente dirigente cafetero.
El país sudamericano terminará este año con una producción de alrededor de 14 millones de sacos de 60 kilos y exportaciones de entre 12,5 millones y 13 millones de sacos, sin mayores efectos por la pandemia del COVID-19 que obligó a un aislamiento obligatorio de más de cinco meses, entre marzo y agosto.
"Tenemos un parque cafetero montado, joven, tranquilo para producir entre 14 y 14,5 millones de sacos. Produciremos un poquito más o un poquito menos dependiendo de variables como el clima, la fertilización", dijo en una conferencia de prensa virtual el gerente de la Federación Nacional Cafeteros, Roberto Vélez.
"El parque cafetero, como el que tenemos, no da para producir más de 14,5 millones de sacos. Tenemos que seguir con nuestro tema de aumentar la productividad, de aumentar las densidades, pero no hay mucho más", explicó al asegurar que no hay planes del Gobierno ni del sector privado para incrementar la siembra de café, aumentar el aérea cultivada y la producción.
Vélez anunció que la meta para el próximo año es elevar la productividad a 22 sacos de 60 kilos por hectárea desde los 19,5 actuales.
Colombia cerró 2019 con una producción de 14,8 millones de sacos, la mejor en los últimos 27 años, por un aumento de la productividad y el buen clima.
Vélez destacó que el café colombiano se ha visto beneficiado de un mercado exigente que reconoce su calidad y que durante 2020 ha pagado una prima de 50 centavos de dólar por encima del precio de referencia de la Bolsa de Nueva York, lo que permitió a los productores pagar deudas y recuperar rentabilidad después de varios en los que no cubrieron los costos de producción.
"No hay bonanza cafetera, esto es una recuperación de la rentabilidad de la caficultura", afirmó el gerente de la federación.
El dirigente previó que en 2021 la prima de calidad que le reconocen al café colombiano se debe mantener en niveles de 50 centavos por libra, lo que sumado a la estabilidad del dólar y de las cotizaciones en la Bolsa de Nueva York le permitirán al sector mantenerse competitivo y avanzar en el proceso de renovación de cafetales para tenerlos con una edad promedio de 6,5 años, resistentes a la roya y a la broca.
El país sudamericano -el tercer productor mundial de café después de Brasil y Vietnam- tiene cultivadas 880.000 hectáreas con cafetales y unas 560.000 familias dependen de esa actividad.
Colombia, conocida por sus cafés suaves y de alta calidad, espera que el valor de su cosecha cierre en unos 9 billones de pesos (US$2.505 millones), la más alta en la historia del país.