El país famoso por sus cafés suaves y de alta calidad registró en el 2012 su peor cosecha en más de tres décadas -7,74 millones de sacos- como consecuencia del mismo programa de renovación y de las fuertes lluvias que llevaron a incumplir sus metas en los últimos cuatro años.
Bogotá. Colombia aspira a duplicar, a entre un 80% y 90%, sus cafetales renovados en el 2016 para aumentar paulatinamente su producción y sostenerla en los niveles históricos de 11 millones de sacos anuales, dijo este lunes el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz.
Conjuntamente el plan incluye incrementar el área sembrada a un millón de hectáreas, desde las 930.000 actuales, con el propósito de elevar la producción de café a 18 millones de sacos de 60 kilos anuales hacia el futuro, si las condiciones del mercado lo permiten, precisó.
Colombia, famoso por sus cafés suaves y de alta calidad, viene de registrar en el 2012 su peor cosecha en más de tres décadas -7,74 millones de sacos- como consecuencia del mismo programa de renovación y de las fuertes lluvias que llevaron a incumplir sus metas en los últimos cuatro años.
Muñoz destacó que alrededor de 500.000 sacos no salieron al mercado a finales del año pasado a la espera de mejores precios, lo que impidió alcanzar la meta de producción.
Desde la década de 1980 hasta el 2008, el país sudamericano registraba un promedio de producción cercano a los 11 millones de sacos que lo mantuvo en el sitial como uno de los principales productores mundiales junto con Brasil.
Dos dígitos: meta para el 2013. El dirigente cafetero reconoció que el reto inmediato es elevar la producción a cifras a las que estaba acostumbrado el mercado.
"De ahí en adelante iremos creciendo en productividad y producción hacia cifras más importantes que las tradicionales y si el mercado nos da, ¿por qué no ampliar las áreas de cultivo y superar el millón de hectáreas para buscar 18 millones de sacos?", dijo.
Para el 2013, Colombia aspira a lograr una cosecha de dos dígitos y mantenerla en los próximos años a medida que se incorporan a la producción los cafetales renovados.
"Si no hubiéramos renovado al ritmo que lo hicimos, hubiera sido una tragedia nacional", sostuvo el gerente de la federación al defender el programa y al revelar que cuando se inició un 70% de los cafetales estaba envejecido y con una baja productividad, lo que hubiera ocasionado una caída más drástica de la cosecha sin posibilidades de recuperación.
"La meta de este año es alrededor de 100.000 hectáreas (renovadas) que sería un número que se comportaría bien para lograr una meta que nos hemos puesto en el quinquenio que está en curso", afirmó en su amplia oficina en el norte de Bogotá.
Colombia tiene actualmente 400.000 hectáreas renovadas, lo que equivale a poco más del 40% de sus cafetales.
Entre el 2011 y el 2012 se renovaron 244.000 hectáreas y el propósito es que al final de tres años más la caficultura colombiana esté al menos en un 90 por ciento en tres condiciones óptimas: "tecnificada, joven y en variedades resistentes al cambio climático", precisó.
Tipo de cambio juega en contra. Los cultivadores de café en Colombia, además de la caída de la cosecha y las lluvias, enfrentan la apreciación de la moneda y una baja de los precios internacionales, lo que ha llevado a que los ingresos no cubran los costos de producción.
Mientras que hace un año una libra de café colombiano en los mercados internacionales se cotizaba en unos US$2,25, en la actualidad el valor es de alrededor de US$1,50, de acuerdo con la federación.
Como si fuera poco, el precio interno que recibía un caficultor un año atrás por cada carga de 125 kilos de café era de 886.500 pesos y en la actualidad es de 550.000 pesos.
Esa situación obligó al gobierno a implementar desde finales de noviembre un programa de ayuda a los productores de café de unos US$44 millones que vence el próximo 31 de enero y que consiste en el pago de un subsidio de 60.000 pesos (US$33,9) por cada carga que vendan.
El sector cafetero ha sido uno de los más golpeados por la apreciación de la moneda colombiana, que fue de casi un 9 por ciento en el 2012, pese a la intervención del Banco Central y del gobierno.
"Colombia tiene que utilizar mejor y más agresivamente ese arsenal", concluyó Muñoz refiriéndose a recientes declaraciones del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien anunció que se estudian medidas para implementar y combatir la revaluación.