El país sudamericano busca inicialmente recuperar sus niveles históricos de producción de 11 millones de sacos, que cayeron en los últimos tres años como consecuencia de las fuertes lluvias.
Bogotá. La producción de café de Colombia podría crecer más del doble para el 2020, por encima de 18 millones de sacos de 60 kilos, ante la creciente demanda de China y Rusia, una tecnificación de sus cultivos y un aumento del área sembrada, dijo el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
El país sudamericano busca inicialmente recuperar sus niveles históricos de producción de 11 millones de sacos, que cayeron en los últimos tres años como consecuencia de las fuertes lluvias originadas en el fenómeno climático de La Niña y un programa de renovación de cultivos.
Colombia, el quinto mayor exportador mundial de café, produjo 7,8 millones de sacos en el 2011, su menor cosecha en más de 30 años, y para el 2012 espera una cifra similar.
Sin embargo, la cosecha repuntaría el próximo año a unos 9 millones de sacos por mejores condiciones climáticas.
"Si hablamos de largo plazo, yo creo que el mundo debe recibir 18 millones de sacos de Colombia. Lo que hay que hacer es llegar a ese nivel de la mano del mercado, nunca podemos perder el mercado", dijo Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
"18 millones de sacos en el 2020. Todo dependerá del ritmo en que se desarrollen los nuevos mercados", precisó Muñoz en el Foro de Reuters Sobre Inversión en América Latina, al mencionar a China y Rusia como las plazas de mayor potencial para conquistar por parte de Colombia.
En el caso de China, aseguró que un eventual Tratado de Libre Comercio permitiría exportar café sin aranceles, lo que beneficiará a los productores colombianos.
Actualmente, el café colombiano paga un arancel entre el 9% y el 30% para entrar en China. Sin embargo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció recientemente durante una visita al país asiático el interés de negociar un pacto comercial y ordenó explorar las posibilidades de hacerlo.
El año pasado, Colombia exportó a China 6.442 sacos de café y 83.090 a Rusia, pero la buena acogida del producto, la demanda sostenida, la enorme población y sus ingresos convierten a esos destinos en mercados atractivos y con un gran potencial.
"El día que cada chino se tome una tasa de café al mes, no tenemos ningún problema para vender 18 o 20 millones de sacos", dijo Muñoz.
Para Craig Holt, fundador de la importadora de café Atlas, con sede en Seattle, es posible lograr un incremento significativo de la producción de Colombia.
"El programa de renovación coincide con el tiempo más terrible, pero la nueva producción empezará a entrar en breve y en algún momento tiene que dejar de llover, por lo que estadísticamente hay que asumir que se reunirán y la producción aumentará", afirmó.
"Y una vez que China se abre al café de gama alta, eso es una enorme cantidad de café", aseguró.
Mayor producción y mercados ajustados. Muñoz ratificó que el país recuperará sus niveles históricos de producción de 11 millones de sacos en cuatro años, con la incorporación de cultivos renovados resistentes a las lluvias y a enfermedades como la roya.
El gerente sostuvo que la meta de una producción de 18 millones de sacos es posible y recordó que en 1991 y en 1992 Colombia logró una cosecha de más de 16 millones de sacos, con una superficie cultivada menor a la actual y sin cafetales renovados ni tecnificados.
El país tiene alrededor de 900.000 hectáreas cultivadas con café, pero 300.000 se encuentran en renovación y se incorporarán paulatinamente a la producción a partir del 2013, cuando se debe ver un incremento de la cosecha de Colombia.
Muñoz dijo que Colombia debe aumentar su área cultivada a más de un millón de hectáreas en los próximos años con la incorporación de regiones como el departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador, uno de los más azotados por la violencia de un conflicto interno de casi cinco décadas.
"Colombia debe avanzar en su área y su productividad y llegar a superar el millón de hectáreas e ir avanzando en el tamaño de la caficultura, tratando que los cafeteros actuales crezcan sus cultivos", aseguró.
Según la federación, los productores tienen entre 1,2 y 1,6 hectáreas sembradas, que pueden ampliar fácilmente debido a que en promedio sus parcelas son de 5 hectáreas.
Muñoz dijo que la oferta, la demanda y los inventarios de café a nivel mundial se encuentran ajustados y que el año cerrará con un déficit o un escaso equilibrio.
"Todos los analistas coinciden en que los fundamentales del negocio están apretados, es decir, el consumo sigue subiendo y sigue teniendo un dinamismo, aún en los países afectados con las crisis", aseguró.
El líder cafetero aseguró que, pese a la crisis en Europa, el consumo no ha caído y pronosticó que los precios internacionales deben situarse en un nivel de dos dólares por libra en los próximos meses.
Los futuros de café arábigo se negocian a cerca de US$1,70 por libra en Nueva York, después de tocar recientemente su menor precio en casi dos años.