El sistema de gas natural del país sudamericano dejó a la vista su vulnerabilidad a fines de 2011 al presentar problemas de suministro y dejar a 300.000 usuarios de la Costa Caribe con un racionamiento del combustible y sin energía eléctrica.
Las redes de gas de Colombia, luego de los inconvenientes en el suministro registrados al cierre del 2011 en el Eje Cafetero y el suroccidente, volvieron a hacer evidente su debilidad al dejar a 300.000 usuarios de la Costa Caribe con un racionamiento del combustible y sin energía eléctrica, ya que las termoeléctricas de la zona tuvieron que apagar sus generadores al no contar con su habitual abastecimiento.
Este nuevo incidente llevó al gobierno a plantear una vez más la necesidad de reforzar la red de gasoductos, que ha sido blanco de los deslizamientos causados por el invierno.
El tubo que lleva gas natural desde La Guajira hasta Cartagena y Barranquilla quedó al descubierto a la altura del corregimiento de Palermo (Magdalena), debido a que el río Magdalena cambió su cauce y desplazó la tierra que lo cubría. Por esta razón, la firma Promigas (encargada de manejar esta tubería) decidió reducir el flujo para evitar mayores complicaciones.
Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Minas y Energía, dijo que ésto no se debe a la falta de mantenimiento de las tuberías sino a los estragos causados por el invierno. Según el funcionario, la infraestructura para distribuir gas —hecha hace 30 años—, debe reestructurarse para afrontar fenómenos naturales y para garantizar la confiabilidad del sistema.
Así mismo, el director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, Julio César Vera, dijo que es necesaria una redundancia en los sistemas de transporte y distribución para las ciudades: “Los agentes van a estar dispuestos a hacerla siempre y cuando sea remunerada. Debido a lo que ha sucedido en los sistemas, hay que estudiar esa posibilidad”.
Antonio Celia, presidente de Promigas, dijo que el servicio de gas natural en la Costa Caribe está garantizado para uso residencial, pequeños comercios y algunas de las estaciones de gas natural vehicular. De igual modo, la firma busca minimizar el impacto para clientes termoeléctricos e industriales.
Entre tanto, Juan Manuel Jaramillo, consultor del sector de gas natural y ex presidente de Naturgas, aseguró que tener una mayor confiabilidad del sistema implicaría una mayor tarifa para los usuarios y recalcó que contar con sistemas de almacenamiento es aún muy costoso. “Estamos interesados en una confiabilidad del 100%, pero es imposible por los altos costos que representa”, concluyó.