En la medida en que cada saco tenga más porcentaje de café de baja calidad, denominado pasilla, el productor recibirá un precio menor. Con el cambio de regulación, ese porcentaje aumentaría hasta un 10% y, eventualmente, se exportaría.
Colombia estudia la posibilidad de modificar su regulación interna de compra de café y eventualmente exportar granos de menor calidad, como medida para reducir los efectos del Fenómeno de El Niño sobre los ingresos de los caficultores, dijo el miércoles el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
Actualmente, el país sudamericano sólo permite la compra de cafés de un menor tamaño y granos decolorados de hasta un 5% por cada saco, que se paga como si estuviera en buenas condiciones, pero que se destina al consumo interno.
En la medida en que cada saco tenga más porcentaje de café de baja calidad, denominado pasilla, el productor recibirá un precio menor. Con el cambio de regulación, ese porcentaje aumentaría hasta un 10% y, eventualmente, se exportaría.
"Hay que hacer una primera medida que permita eventualmente la compra de unos cafés con mayores porcentajes de pasilla", dijo en una entrevista con Reuters el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez.
"Vamos a ver si se podemos modificar esa norma para aceptar hasta el 10%, que no haya un castigo muy grande para poder ayudar económicamente al productor", precisó.
El Fenómeno de El Niño ha ocasionado una escasez de lluvias, altas temperaturas y sequías en varias regiones de Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado, que han afectado a un 18% de la cosecha, que presenta granos de menor calidad.
La falta de lluvias y las altas temperaturas hacen que el café se seque dentro de la cereza y que la almendra no crezca, lo que se evidencia en granos defectuosos.
"Estamos revisando, porque si los volúmenes (de cafés defectuosos) llegan a ser muy grandes, tendríamos que empezar a mirar si el mercado internacional puede ser un sitio para la colocación de estos cafés", afirmó Vélez.
El cambio de regulación de calidad para la comercialización interna y la exportación será estudiado por el Comité Nacional de Cafeteros, la máxima autoridad del sector.
Desde hace años, Colombia sólo permite la exportación de café arábigo lavado y de especiales o diferenciados por la región geográfica en donde se producen, que se pagan a mejor precio.
Colombia, el tercer productor mundial de café después de Brasil y Vietnam, registró en el 2014 una producción de 12,1 millones de sacos de 60 kilos, recuperando sus niveles históricos después de cuatro años de incumplir su meta por las fuertes lluvias y un programa de renovación de cultivos.
