Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado, cerrará este año con una cosecha de alrededor de 14 millones de sacos de 60 kilos, después enfrentar por segundo año consecutivo una fuerte crisis por los bajos precios internacionales.
Bogotá.- Colombia lanzó este viernes el plan 2030, una hoja de ruta para garantizar la sostenibilidad de la producción de café en la próxima década a partir de la continuidad de la renovación de sus cafetales, el aumento de la calidad y la productividad, además de instrumentos de cobertura para los bajos precios.
Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado, cerrará este año con una cosecha de alrededor de 14 millones de sacos de 60 kilos, después enfrentar por segundo año consecutivo una fuerte crisis por los bajos precios internacionales.
Los ingresos de los caficultores estuvieron por debajo de los costos de producción de US$225 por carga de 125 kilos durante buena parte del año, pero en los últimos meses se recuperaron y actualmente reciben más US$286 por carga con una cotización de US$1,24 por libra en la Bolsa de Nueva York.
"Aprovechemos estas circunstancias de precios de hoy, empecemos a liquidar con futuros, empecemos a hacer esas ventas con los futuros, tendrán todo el acompañamiento nuestro, porque estos son muy buenos entornos de precios", dijo el presidente Iván Duque en la clausura del congreso anual de cafeteros.
El mandatario sostuvo que las ventas de cosechas futuras con precios actuales y a través de instrumentos que ofrece el mercado garantizan la sostenibilidad de los productores de café y los protege de una eventual caída de los precios internacionales.
Colombia no tiene tradición de ventas de café a futuro. Sin embargo, en los últimos meses los productores vendieron alrededor de un millón de sacos de café a futuro, estimó el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez.
Duque también destacó la creación de un fondo de estabilización que contará con recursos por US$52 millones destinados a ayudar a los cafeteros cuando los precios no cubran los costos de producción y a ahorrar en épocas de buenas cotizaciones.
Entre 2010 y 2019 Colombia renovó más de 851.000 hectáreas, casi la totalidad de los cultivos de café y en 2019 la cifra superó las 850.000 hectáreas lo que permitió elevar la productividad a 20,5 sacos por hectárea.
El presidente insistió en la necesidad de que los caficultores reduzcan los costos de producción, mantengan la fertilización de los cultivos y busquen nuevos mercados aprovechando la calidad del café colombiano.
"Colombia tiene que ir cada vez más conquistando espacios para que los cafés especiales nos distingan ante el mundo, eso también traerá impactos muy positivos en precios y llevará a que los mercados se sofistiquen cada vez más", concluyó Duque.