El acumulado enero-octubre de 2012 muestra un decrecimiento de 2,49%, con respecto al mismo período del año anterior, al pasar de 1,13 millones de toneladas a 1,10 millones.
La producción de aceros largos por parte de la industria siderúrgica colombiana registra un debilitamiento al punto que en octubre de 2012 se contabilizaron 83.100 toneladas, que significó una caída de 24,3% frente al mismo mes de un año atrás.
El acumulado enero-octubre de 2012 muestra un decrecimiento de 2,49%, con respecto al mismo período del año anterior, al pasar de 1,13 millones de toneladas a 1,10 millones.
Dice el informe revelado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) que la producción de octubre de 2012 fue la más baja de los últimos 33 meses y representa una caída de 25% versus el promedio mensual de producción del año 2012.
Asimismo, las importaciones de aceros largos pasaron de 360 mil toneladas a 525 mil en el periodo enero-septiembre, lo que representa un incremento del 46% respecto del mismo período del año anterior.
El origen desde donde se registró el mayor volumen de importaciones fue México (230 mil toneladas), representando el 44% del total de las importaciones de largos, y un 54% mayor que el mismo período de 2011. Turquía por su parte, representó el 14%, con 74 mil toneladas. Las importaciones originarias de Trinidad y Tobago han mostrado un crecimiento de 285%, dice el informe de prensa del gremio empresarial.
Para el director de la Cámara Fedemetal de la Andi, Juan Manuel Lesmes, la crisis económica mundial ha impactado negativamente en el consumo mundial de acero, observándose un marcado deterioro del consumo en Europa, China e India.
Esas condiciones han generado una fuerte presión sobre el sector siderúrgico, principalmente en Latinoamérica, hacia donde se han direccionado enormes excedentes de productos, en gran medida de origen Turquía y China, países afectados por un debilitamiento de sus mercados.
“Esta situación, sumada a los factores locales que restan competitividad a la industria, como son el alto costo de la energía, la revaluación de la moneda, la limitada infraestructura, entre otros, refleja el daño que está sufriendo la industria siderúrgica nacional producto de no poder competir en igualdad de condiciones con productores del exterior”, sostuvo Lesmes.
Pese a este panorama, la industria siderúrgica colombiana ha realizado un enorme esfuerzo en inversiones, con el fin de ajustarse a las normas ambientales, ser cada día más competitivos, cumplimiento de normas como la sismo-resistente y ofrecerle al mercado cada vez una mejor calidad.
Estas inversiones han aumentado la capacidad de esta industria, la cual actualmente tiene en uso, su capacidad instalada en el orden del 70%, lo que implica que puede atender los incrementos que se vienen en construcción de vivienda, proyectos comerciales y obras públicas, precisa el informe de prensa de la Andi.