A partir de este año, comenzará a funcionar un nuevo mecanismo para la compraventa de electricidad destinada a atender los momentos de alto consumo en el país: el Mercado para el Balance de Potencia, con un valor de más de 50.000 millones de pesos (US$2.558 millones), anunciaron las autoridades energéticas del país.
A partir de este año, comenzará a funcionar en México un nuevo mecanismo para la compraventa de electricidad destinada a atender los momentos de alto consumo en el país: el Mercado para el Balance de Potencia, con un valor de más de 50.000 millones de pesos (US$2.558 millones), anunciaron las autoridades energéticas del país.
El año pasado, la compraventa de potencia o capacidad instalada que se utilizó dentro de las 100 horas de máxima demanda en el país —ya sea en el mercado mayorista o mediante la compra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)— ascendió a 54.314 millones de pesos (US$2.778 millones), monto que determinó el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) para el arranque de este mercado ex post que servirá como referencia cada año para incentivar inversiones de plantas generadoras con la tecnología más cara que puede estar lista para momentos críticos del sistema.
Así lo explicaron durante la presentación del Mercado para el Balance de Potencia, luego de que desde el 28 de febrero el Cenace publicó los valores de este tipo de energía, que se determinaron a partir del tipo de tecnología, estableciendo el turbogás y la generación térmica mediante diesel, los volúmenes aportados y el área en que se entregaron, dividiendo al país en tres sistemas: Baja California, Baja California Sur y el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Para que el sistema funcione sin apagones, se necesita 6% adicional a su capacidad, que son 3.900 megawatts instalados, explicó el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell. El año pasado, durante 26 ocasiones se sobrepasó este límite, con lo que se tuvo que comprar energía a un costo preferencial porque resultó más cara, lo que se conoce como potencia.
Así, se observó que, por la falta de infraestructura, en Baja California se pagó 2,5 millones de pesos (US$128 mil) por cada megawatt hora entregado en estas condiciones, mientras que en Baja California Sur, que a pesar de que tiene poca infraestructura de generación tuvo pocos eventos críticos, ascendió a 1.24 millones (US$63 mil) por unidad, poco más que lo que costó el megawatt hora en el SIN, que fueron 1.20 millones de pesos (US$61 mil).