Pese a la ola de nacionalizaciones, y que afectó en los últimos días al sector eléctrico, las autoridades creen que es el tiempo propicio para que capitales extranjeros inviertan en su país.
Las inversiones privadas tendrán cabida en la Bolivia de"socialismo comunitario" que impulsa el presidente indígena EvoMorales, pero el Estado se quedará con la melena del león: los sectoresestratégicos recién nacionalizados y las principales nuevas industrias.
Entrevistadaen el Foro de Reuters sobre Inversión en América Latina, la ministra dePlanificación del Desarrollo, Viviana Caro, afirmó este viernes que elempobrecido país está ante "la mejor oportunidad de su historia" paraatraer capitales para financiar ambiciosos planes de industrialización.
"Yesta oportunidad pensamos aprovecharla", dijo, al día siguiente de quela agencia Standard and Poor's elevara la calificación de la deudaboliviana en moneda extranjera y local al sin precedentes "B", desde"B-/C", respectivamente.
Caro señaló que los "excelentes"indicadores macroeconómicos del primer Gobierno cuatrienal de Moraleshan sentado la base para que el país empiece a pensar en grande,planteándose metas como inversiones dirigidas por el Estado quesumarían hasta US$32.000 millones de dólares hasta el año 2015.
Paraalcanzar ese objetivo, Bolivia debería al menos triplicar su ritmoanual de inversiones públicas, que en los cuatro años pasados casi sehan quintuplicado para marcar en el 2010 el récord de US$1.850 millones, y "hay condiciones para hacerlo", señaló Caro.
"Boliviaestá con indicadores macroeconómicos excelentes, reconocidos a nivelmundial, como el crecimiento récord regional de casi 3,4% enel 2009, y tenemos ahora una situación internacional de tasas deinterés bajas, la mejor oportunidad (...), y pensamos aprovecharla",dijo.
"La economía tiene buena salud, pero queremos más.Queremos más crecimiento, un desarrollo acelerado. Vamos a mantener laestabilidad, que es patrimonio de todos los bolivianos, pero tenemosmargen para políticas más agresivas", señaló.
Lo estratégico. Caroremarcó que los inversionistas extranjeros, tanto públicos comoprivados, deberían apostar a la estabilidad boliviana y no temer a lapolítica de nacionalizaciones emprendida por Morales, que abarcó ya acasi todos los sectores que habían sido privatizados en la década de1990.
"El Estado tiene un rol en sectores estratégicos muyclaro", dijo, al justificar las nacionalizaciones de las industrias dehidrocarburos, minería y telecomunicaciones, a las que se acaba desumar la generación eléctrica.
Esas medidas apuntan aconstruir "un Estado sólido, muy fuerte, estratégico, y para eso comocualquier otro país, como Brasil, México o Estados Unidos, los recursosestratégicos están bajo propiedad del Estado, al menos como accionesmayoritarias".
"Es algo que más bien estamos corrigiendo.Bolivia era el único país en el cual el Estado no tenía participaciónen las cadenas extractivas, es un tema estratégico", remarcó.
Caroprecisó que, del total de inversiones previstas para el quinquenio, elGobierno de Morales ha "priorizado" proyectos "estratégicos" quesumarán US$17.000 millones en áreas de electricidad paraconsumo interno, y exportaciones, carreteras internas y corredoresinteroceánicos viales y ferroviarios.
El programa incluyeademás proyectos en petroquímica, siderurgia, industrialización dellitio y telecomunicaciones, en este último caso con un satélite propioya contratado con China.
Bolivia financiará estos planes conrecursos propios y financiamiento externo, multilateral, público,privado y eventualmente con una emisión de deuda hacia el 2012, segúnanunció el ministro de Economía, Luis Arce, incluso antes de queS&P elevara la calificación crediticia del país.
"En esteprograma estratégico el sector privado tiene también un rol muyimportante", tanto como inversionista directo como socio en proyectoscontrolados por el Estado, añadió.
Adiós a la condición de pobre. "Elpaís esta pasando a una etapa nueva, en magnitud. Tenemos ahora queacostumbrarnos a ver a Bolivia en el grupo de países de medianosingresos, ya no entre los de bajos ingresos", afirmó la ministra.
Justificóesa afirmación señalando que, en el último cuatrienio, Bolivia "haquintuplicado su inversión, ha octuplicado sus reservas internacionales(a actuales US$8.500 millones) y hay un incremento muyimportante en sus exportaciones (a más de US$6.000 millones en el 2008)".
Elproducto interno bruto per cápita trepó a casi US$2.000 dólares/año haciafines del 2009, pero aún así persiste una extendida situación depobreza, admitió, en referencia a la declarada imposibilidad de que elGobierno ceda ante la presión sindical por un aumento salarial mayor al5% este año.
"Estamos buscando hacer una inversiónpara generar riqueza que se refleje de manera sostenida en lossalarios, mayores salarios a partir de generación de riqueza, no de usode recursos que podemos tener este año pero luego no, porque laestabilidad es patrimonio de todos los bolivianos", agregó.