Entre las nuevas leyes que regularán la nueva industria de la energía está la Ley de Hidrocarburos que autoriza y regula el ingreso del capital privado nacional y extranjero mediante contratos de servicios, de utilidad o de producción compartida y de licencias.
El Congreso mexicano, integrado por senadores y diputados, entrará este lunes en la recta final para concretar los detalles y las últimas leyes de la reforma energética que abre el sector al sector privado nacional y extranjero.
En las últimas dos semanas los legisladores mexicanos han debatido de manera intensa en sesiones extraordinarias para aprobar el paquete de iniciativas de ley enviado por el presidente Enrique Peña Nieto las cuales regularán la reforma constitucional que fue aprobada en diciembre pasado.
En este período el Senado mexicano aprobó cuatro dictámenes en los que se emitieron siete nuevas leyes y se modificaron diversos artículos a otras ocho leyes.
Por su parte, la Cámara de Diputados aprobó con algunas enmiendas los anteriores documentos enviados por el senado y por su parte, discutió dos nuevos dictámenes que crean dos nuevas leyes en materia tributaria sobre ingresos del petróleo y reformó otras cuatro, que deberán ser revisadas y avaladas por el Senado.
El presidente de Senado, Raúl Cervantes Andrade, convocó a los legisladores una nueva sesión extraordinaria para este lunes por la tarde para revisar y en su caso aprobar, las modificaciones enviadas por su colegisladora, así como analizar las nuevas leyes y reformas propuestas en los dos últimos dictámenes.
Las comisiones encargadas de revisar las dos últimas minutas enviadas por la Cámara de Diputados también comenzarán a analizar los documentos a partir de este lunes por la mañana para presentarlas al pleno por la tarde.
La reforma energética que reformó los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución fue promulgada el 20 de diciembre de 2013, luego de ser aprobada por 24 congresos estatales.
El 30 de abril, el Ejecutivo envió al congreso el paquete de leyes secundarias para crear nueve leyes nuevas y modificar otras doce, las cuales comenzaron a discutirse en un sesiones extraordinarias en ambas cámaras desde el pasado 17 de julio.
Entre las nuevas leyes que regularán la nueva industria de la energía están la Ley de Hidrocarburos que autoriza y regula el ingreso del capital privado nacional y extranjero mediante contratos de servicios, de utilidad o de producción compartida y de licencias.
También se crearon la ley de la Industria Eléctrica y la de la Energía Geotérmica, las cuales permiten el ingreso de nuevos participantes para la generación y comercialización de electricidad.
La Ley de Petróleos Mexicanos y la Ley de la Comisión Federal de Electricidad convierten a Pemex y a la CFE en empresas productivas del Estado y les conceden mayor autonomía de gestión para competir con los gigantes petroleros y empresas eléctricas del mundo.
Otras leyes novedosas establecen reglas de seguridad y coordinación con otros organismos estatales para garantizar que se cumplan las metas de desarrollo en temas medioambientales y seguridad industrial.
Finalmente, las leyes de Ingresos de Hidrocarburos y del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo que aún debe aprobar el Senado, deben garantizar el ingreso de la renta petrolera en beneficio del Estado mediante diversos mecanismos de recaudación.
La reforma energética es considerada la más trascendente propuesta por Peña Nieto debido a que abre la industria petrolera al sector privado, la cual había sido un monopolio en manos del Estado desde hace más de siete décadas.
Esta reforma es rechazada por los partidos de izquierda por considerar que representa la entrega de la riqueza energética del país a manos extranjeras y apuesta a la convocatoria de un referendo a mediados de 2015 para revocar el cambio constitucional.