¿Las diferencias? Aunque estén bajo una oligarquía comunista, los chinos ven más cine extranjero que los estadounidenses.
Durante el pasado 2014, las butacas de los cines chinos ardieron casi al rojo vivo: los ingresos por exhibición de películas crecieron 36% y llegaron a US$4.820 millones (contra US$3.570 millones de 2013).
Todavía es menos de la mitad, el 47% para ser exactos, de los US$10.300 millones que desembolsaron los cinéfilos de Estados Unidos, también en 2014.
En cuanto a contenido, la principal similitud es que los chinos han desarrollado un gusto por las cintas de acción y las comedias tanto o más fuerte que el de los estadounidenses. Así, ambos públicos se sienten fascinados por un filme tan poco interesante como Una noche en el museo: la tumba del faraón, el que ocupó el primer lugar en la recaudación dentro de China (ver cuadro) en la primera semana de enero, momento en que era 5° en EE.UU. (pero luego de varias semanas de exhibición y habiendo recaudado cerca de US$100 millones). La segunda semana fue superada por la comedia romántica Miss Granny.
¿Las diferencias? Aunque estén bajo una oligarquía comunista, los chinos ven más cine extranjero que los estadounidenses: cinco filmes en la semana señalada (lo que incluye a Sudáfrica, Australia, Corea del Sur y EE.UU.) contra cero de los norteamericanos.
No es poco si se piensa que disponen de cuotas de exhibición. Aun así, los espectadores de Chimérica (fusión de China y América) hacen las delicias de los productores de blockbusters.