Pasar al contenido principal

ES / EN

Conozca los planes del grupo brasileño Tigre en el Perú
Viernes, Abril 17, 2015 - 16:51

El grupo planea crecer 10% en 2015. A través de su nueva fábrica ubicada en el sur de Lima busca consolidar su presencia en el mercado peruano de tubos y conexiones.

Pasar de una multinacional abierta a una compañía familiar cerrada puede no ser muy atractivo para muchos ejecutivos. Otto von Sothen, presidente del Grupo Tigre, opina lo contrario. Tras dos décadas laborando en Pepsico, hace poco más de año y medio el economista brasileño egresado de la Universidad Federal de Río de Janeiro aceptó presidir a una de las más importantes fabricantes de tubos, conexiones y accesorios de PVC de Sudamérica.

“En una multinacional obtienes muchas herramientas. En Tigre he aplicado varias de ellas”, señala. La mayor autonomía –dice– es la principal virtud de laborar para una firma cerrada. El principal reto que tiene hoy Von Sothen no está en el plano organizacional, sino en el plano operativo. En un contexto de desaceleración económica regional –especialmente en el mercado brasileño–, el Grupo Tigre busca seguir creciendo.

El conglomerado brasileño –con presencia en ocho países sudamericanos y EE.UU. y una facturación promedio anual de 3.000 reales (más de US$1.000 millones)– tuvo un positivo 2014 en términos generales. “Crecimos en facturación y volumen en un año en el que nuestro sector se cayó. Nuestro foco fue la innovación. Lanzamos aproximadamente quinientos productos. Fue un año en el que invertimos alrededor US$ 100 millones en renovación tecnológica y capacidad productiva. Esto nos posibilitó bajar costos y, al mismo tiempo, concentrarnos en innovación”, dice.

Brasil es hoy el principal mercado de Tigre al representar cerca del 70% de su facturación. A pesar de la desaceleración económica del gigante sudamericano, la firma logró un crecimiento en sus ventas –Otto von Sothen evita dar cifras– gracias a rubros como la construcción civil (que no depende tanto del gasto público) y el riego.
2014 también fue un periodo muy dinámico para su operación en el Perú. En 2013 el conglomerado –que ingresó al país con la compra de la empresa Plástica en 2008– adquirió Comercial Matusita, firma peruana del mismo rubro, por un monto no revelado. En ese sentido, la principal vocación de Tigre en 2014 fue diseñar la estrategia de marca que se iba a usar en el Perú e integrar ambas operaciones. El año pasado hubo una desaceleración en las ventas locales propiciada principalmente por la contracción del sector minero. Este difícil contexto no impidió, sin embargo, que la firma avanzara en el Perú. Tigre creció a dos dígitos el año pasado en el mercado local y construyó una fábrica de 80.000 m2 –ubicada en Lurín– que demandó una inversión aproximada de US$30 millones.

Nuevas garras. La nueva planta, que posee una capacidad productiva de 45.000 toneladas anuales, abre un abanico de posibilidades a la empresa en el mercado peruano. Gracias a esta nueva fábrica –que empezó a operar en un 60% en noviembre de 2014 y al 100% en enero de 2015–, la empresa espera alcanzar un 30% de participación en el mercado de tubos y conexiones de PVC y polietileno. La planta, además, duplica la capacidad productiva que tenía Tigre. Carlos Salazar, gerente senior de PwC, considera que un jugador foráneo como Tigre tiene oportunidades para crecer en el mercado peruano en la medida en que ofrezca tanto un producto como un servicio de calidad.

Según Otto von Sothen, en el corto plazo, la compañía no tiene planeado realizar inversiones de este tipo. Para 2015, las inversiones de la empresa se concentrarán en el desarrollo de nuevas líneas para los proyectos mineros y de gas domiciliario. Además, según adelantó Sergio Quiroz, gerente general de Tigre Perú, la firma también empezará a fabricar tuberías de fusión, las cuales son demandadas en la construcción de edificios debido a su facilidad para conectarse entre sí.

Entre los clientes con los que ya cuenta la empresa figuran Sedapal y los proyectos Olmos y Vía Parque Rímac. Pero el espectro de sectores a los que podría atender la compañía es mayor gracias a la planta. “Minería, saneamiento, agroindustria y construcción son algunos de los rubros que jugarán un papel clave en el crecimiento de Tigre en el Perú”, dice Otto von Sothen.

Luis Salazar, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), sostiene que hay un gran potencial para el negocio de Tigre. “El sistema de alcantarillado y agua potable necesita ser renovado. Ahí hay una gran oportunidad. En lo que respecta a la infraestructura que falta desarrollar, hay oportunidades en tuberías y productos para transportar agua y residuos”, dice. 

Más allá del Perú. Fuera del Perú, Tigre enfrenta un escenario complejo. El mercado brasileño, el principal motor de Tigre, no solo es afectado por la desaceleración económica sino también por la sequía. Otto von Sothen es optimista sobre esa operación. “La sequía es un riesgo en el corto plazo. Especialmente en el sureste. En el mediano plazo hay oportunidades. En Brasil nuestro crecimiento será a través de la diversificación. Buscamos crecer en negocios que vayan más allá de las tuberías, como metales, instrumentos de pintura, accesorios sanitarios, entre otros”, dice el ejecutivo.

Otto von Sothen también considera que sus operaciones en otros países de Sudamérica tendrán cada vez más participación en sus ventas. “La tendencia es que el protagonismo de Brasil en nuestro negocio de tubos y conexiones caiga. Hay potencial en mercados como el peruano, el chileno, el argentino, entre otros”, dice. Por lo pronto, Von Sothen calcula que las ventas de Tigre crecerán en 10% en 2015 (en el Perú la firma también ha estimado un crecimiento de doble dígito para este año).

¿Planea el conglomerado llegar a otros países de Latinoamérica? Von Sothen afirma que, por ahora, no están analizando oportunidades en otros mercados de esta región. Sin embargo, el ejecutivo señala que una plaza a donde podrían llegar con más fuerza es la estadounidense. “Hay inmensas oportunidades para los tubos corrugados de polietileno. Además contamos con un socio en ese mercado (la firma ADS). Este tiene más de veinte plantas y cuarenta depósitos en ese país. Podríamos aprovechar esa infraestructura. Eso nos hace más sentido que, por ejemplo, ingresar de cero a México”, dice.

Autores

Hugo Flores