El próximo mandatario, López Obrador, presentó un dictamen sobre los pros y contras de la multimillonaria obra y de su propuesta de mantener el actual aeropuerto y construir dos nuevas pistas a un menor costo en la base militar de Santa Lucía, para aliviar su saturación.
Ciudad de México. La continuidad de las obras de construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México será sometida a una consulta popular vinculante a finales de octubre, dijo este viernes el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien ha criticado con dureza el proyecto.
El próximo mandatario, que asumirá el 1 de diciembre, presentó con su equipo un dictamen sobre los pros y contras de la multimillonaria obra y de su propuesta de mantener el actual aeropuerto y construir dos nuevas pistas a un menor costo en la base militar de Santa Lucía, aledaña a la capital, para aliviar su saturación.
"No debemos preocuparnos por el tiempo que nos lleve porque es un asunto trascendente", dijo López Obrador en rueda de prensa. "En estos casos complicados para no equivocarnos, lo mejor es preguntar a todos".
Por su parte, Javier Jiménez, propuesto para ocupar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dijo que los costos de cancelar la obra valorada en US$13.300 millones serían de 100.000 millones de pesos (US$5.263 millones) y que tendrían un "posible impacto negativo en los mercados financieros".
Además, López Obrador dijo que no ha descartado concesionar total o parcialmente la construcción de la terminal por los elevados montos que representa, pero que ello dependerá de lo que ocurra con la consulta popular, cuyo mecanismo todavía no ha sido definido.
Un estudio de MITRE, una organización estadounidense sin fines de lucro, determinó que el actual aeropuerto y el propuesto en Santa Lucía no podrían operar simultáneamente y que la nueva terminal, que duplicaría con creces la capacidad del actual, es la mejor opción.
El nuevo aeropuerto capitalino es la mayor obra de infraestructura del Gobierno del saliente presidente Enrique Peña Nieto y las amenazas de cancelarlo de López Obrador durante su campaña sacudieron al sector empresarial que participa en su construcción.