El consorcio Norte Energía, que suscitó polémica por las obras de la hidroeléctrica de Belo Monte, se comprometió a compensar a los indios por las pérdidas sufridas entre noviembre y diciembre por la turbidez de las aguas, lo que impidió la pesca.
Río de Janeiro. El consorcio Norte Energía responsable de la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte en la Amazonía brasileña, anunció este jueves que fruto de un acuerdo indemnizará a los indios por enturbiar el agua del río Xingú con las obras.
La empresa, que suscitó polémica por las obras de la hidroeléctrica de Belo Monte, se comprometió a compensar a los indios por las pérdidas sufridas entre noviembre y diciembre por la turbidez de las aguas, lo que impidió la pesca, que constituye la principal fuente de alimentación de los pueblos de la región.
Los indios de la etnia Jurena que viven en tres aldeas afectadas Paquiamba, Muratu y Furo Seco exigieron, al principio, una indemnización de 300.000 reales (unos US$147.000) aunque, por el momento, los portavoces de Norte Energía no han precisado cuál cifra fue acordada.
Durante tres días, los indios bloquearon la carretera de acceso a las obras, ubicadas en el municipio de Altamira (Pará, norte), con el objetivo de expresar su rechazo al proyecto y demandar el correspondiente resarcimiento de daños.
Los indios desbloquearon la carretera y regresaron a sus aldeas después de alcanzar el acuerdo, mientras que la constructora convocó a los trabajadores para que regresaran a las obras a partir del turno de noche.
Según un comunicado de Norte Energía, el agua del Xingú "no fue contaminada" y se enturbió temporalmente debido al barro en suspensión generado por la obra.
Desde que comenzaron las obras, en marzo 2011, se han registrado numerosas protestas de indios y campesinos, que han bloqueado las obras en protesta por el supuesto gran impacto ambiental que causará a la selva amazónica.
La hidroeléctrica de Belo Monte, con una potencia máxima de 11.233 megavatios, será la tercera mayor del mundo por detrás de la planta china de Tres Gargantas y la brasileño-paraguaya de Itaipú, cuando comience a operar previsiblemente en 2015.