La carretera Autopista Conexión Pacífico 3 conectará el puerto de Buenaventura con los centros productivos de tres de las regiones más importantes en el desarrollo económico del país: Valle del Cauca, eje cafetero y Antioquia.
San José, Costa Rica. La constructora costarricense MECO ganó la tercera carretera en concesión en Colombia en lo que va del año, esta vez, para construir la carretera Autopista Conexión Pacífico 3, que conectará el puerto de Buenaventura con los centros productivos de tres de las regiones más importantes en el desarrollo económico del país: Valle del Cauca, eje cafetero y Antioquia.
La concesión por US$778 millones se localiza entre los departamentos de Antioquia, Caldas y Risaralda, y para Constructora MECO es un nuevo proyecto en conjunto con la empresa colombiana Mario Huertas Cotes, con la que también ganó en el último mes las licitaciones de las carreteras de Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad con un costo de $800 millones, y Honda-Puerto Salgar-Girardot, otra moderna autopista, con una inversión que alcanzará los US$500 millones.
Con esta concesión, las tres obras adjudicadas superan una inversión total de US$2.000 millones.
Las tres obras serán realizadas en consorcio con la empresa colombiana Mario Huertas, empresa de gran prestigio y experiencia en el mercado de Colombia.
La tercera licitación incluye 231 kilómetros de carretera, y prevé la construcción de 26 puentes y tres túneles, uno de ellos de 3,4 kilómetros en Tesalia. Este desarrollo beneficiará a agricultores, ganaderos y a pequeñas industrias dedicadas al turismo y al comercio. Se calcula que el proyecto generará unos 4.100 empleos anuales durante la etapa de construcción (cinco años).
Estos proyectos en los que participa la constructora costarricense MECO, forman parte de un agresivo plan de concesiones viales de cuarta generación (4G) que llevará a cabo la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) de Colombia entre el 2015 y el 2020.
El programa de US$26.000 millones contempla 40 proyectos viales que permitirían que, para finales de la década, los 12.000 kilómetros de vías más importantes de este país sudamericano estén construidos bajo las más altas especificaciones.