Pedro Domanizky, de Itaipú, explicó que el corredor biológico de conservación apunta unir con reforestación las reservas de Mbaracayú y San Rafael, para que exista una carretera de biodiversidad, por medio del cual los animales silvestres puedan cruzar de una reserva a otra.
Un corredor o carretera de biodiversidad, que abarcará parte Canindeyú, Alto Paraná, Caaguazú, Caazapá, Guairá e Itapúa, será construido en un lapso de dos años, con una inversión de cerca de US$18 millones, que provendrán de los recursos de Itaipú, Ministerio de Agricultura (MAG), Banco Mundial y contrapartes zonales.
Pedro Domanizky, de Itaipú, explicó que el corredor biológico de conservación apunta unir con reforestación las reservas de Mbaracayú y San Rafael, para que exista una carretera de biodiversidad, por medio del cual los animales silvestres puedan cruzar de una reserva a otra.
Incluirá el desarrollo de planes de manejo y conservación forestal en 25 microcuencas, representando estas un total de 250.000 hectáreas, de las cuales 30.000 ya han sido restauradas.
Las acciones también implicarán la adopción de propuestas de instrumentos de política para la gestión sostenible del bosque para 2.500 productores de las microcuencas afectadas.
Igualmente se adoptarán criterios de conservación de la biodiversidad, puestos por el MAG, además de un monitoreo adecuado y fiscalización del uso de la tierra. En el mismo sentido, se prevé la elaboración de una estrategia indígena para guiar la intervención específica en estas comunidades y maximizar el acceso de los pueblos originarios a las diversas actividades del proyecto ambientalista.
“Se espera que las comunidades indígenas contribuyan a la recuperación y protección del bosque atlántico del Alto Paraná (Baapas)”.
El objetivo ofrecerá varios tipos de apoyo a los pueblos indígenas beneficiarios, apoyo a la regularización de tierra, asistencia técnica para la implementación de planes de desarrollo comunitarios y acceso de las comunidades a subproyectos de inversión, tales como mejoramiento de la producción y generación de ingreso.
El Banco Mundial dona para el proyecto US$4,5 millones, Itaipú aportará US$6,5 millones, el MAG ingresará US$6,31 millones y los beneficiarios US$1,48 millones.