Esto demuestra una tendencia positiva y es una solución sustitutiva de las carnes rojas, que cada vez son más escasas para atender la demanda de los mercados.
El consumo per cápita de carne porcina aumentó 15% en el último año, evolución que también fue acompañada por la producción disponible (que incluye la importación) que se incrementó en similar porcentaje.
El consumo de carne porcina demuestra una tendencia positiva y es una solución sustitutiva de las carnes rojas, que cada vez son más escasas para atender la demanda de los mercados.
Tanto los técnicos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), como los datos y comentarios aportados por el anuario de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), dan cuenta de esta situación.
En tanto, el presidente de la Asociación Uruguaya de Productores de Cerdos (AUPC), Víctor Liberman, destacó su optimismo de que la Mesa del Cerdo, que funciona en INAC y que integra en representación de los productores, pueda alcanzar metas importantes, a la vez que denunció situaciones irregulares que ocurren en este mercado.
Liberman dijo que en la Mesa del Cerdo de INAC se trabaja desde hace tres meses para seguir creciendo. El trabajo se da “aun sin las medidas que esperábamos del MGAP y del gabinete productivo. Todavía no se ha logrado de ese ámbito ninguna resolución favorable”, explicó.
Además, agregó que en ese marco los productores están mejorando la genética, aumentando la producción, pese a los costos oscilantes y a la mayor importación.
El presidente de AUPC afirmó que se trata de mantener el consumo con producción nacional, “pese a los intentos de importar carne de Dinamarca a menores costos, que es congelada y la venden al público como fresca, lo cual fue denunciado en INAC”.
Liberman señaló que lo mismo ocurre con la carne brasileña que es importada para ser industrializada y se está vendiendo fresca en carnicerías.
El consumo por habitante y por año se ubica en unos 12 kilos, lo que representa no solo un aumento de 15% respecto al año anterior, sino un récord de consumo para el país.
El incremento se basó en un importante aumento del consumo de carne fresca, indica la Opypa.
Las importaciones –incluyendo carne, grasa y productos elaborados– durante el año pasado aumentaron 19%, al llegar a casi 20 mil toneladas.
Así se retoma la tendencia de crecimiento de las importaciones, ocurrida durante los últimos años, que se había interrumpido por los altos precios de 2008.
El volumen de carne y grasa importada representa el valor más alto de toda la década y más que duplica la cifra que ingresaba hace 10 años.
La producción también registra un aumento importante en función de una faena que se ubicó en alrededor de 20.600 toneladas, lo que representa un incremento de 10% con respecto a 2010.
La faena relevada por INAC se ubica en unas 195 mil cabezas de cerdos, casi 10% más que en 2010.
El aumento responde al incremento de la faena de cerdos gordos que pasa de 155 mil a 169 mil cabezas (9% más), como también la de lechones que pasa de 23 mil a 26 mil cabezas (13% superior).
Crecen los grandes productores de cerdo. La producción porcina se encuentra en un punto de inflexión entre la deserción de productores y la mayor concentración de actividad de los grandes empresarios que llega a 85% de la carne que se produce en el país, opinó el presidente de la Asociación Uruguaya de Productores de Cerdos.
Liberman explicó que el gremio impulsa desde 2007 el consumo de esta carne y que ahora se observan los buenos resultados.