El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz reiteró que el crecimiento del mercado interno, que a julio se ubicó en 20.9%, tiene como fundamento la reducción en la importación de autos usados; esta caída llegó a 69.5% en el primer semestre.
Ciudad de México. La producción y las exportaciones de vehículos alcanzaron niveles máximos históricos al cierre de julio, informó el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez.
En conferencia de prensa, destacó que la producción contabilizó un millón 981,869 unidades, lo que implica un crecimiento de 6.7%, pues se sumaron 124,228 vehículos al millón 857,228 que se produjeron entre enero y julio del año pasado.
Las ventas hacia el exterior, resaltó, se elevaron en 8.4%, ya que se adicionaron 126,464 vehículos al millón 505,505 de los primeros siete meses 2014.
Aunque también informó que en julio se presentó una contracción en estos segmentos, aclaró que no son datos que generen tendencia, pues no modifican los objetivos para el sector, los cuales son de producir más de tres millones de vehículos al cierre de este año, así como cinco millones 100,000 en 2020.
"Esta caída de ninguna manera marca tendencia, lo que hay considerar es que en el dato acumulado entre enero y julio hay un nivel nunca antes visto”.
Sobre la información de la balanza comercial del sector se publica con dos meses de retraso, puntualizó que hasta mayo, ésta reportó un superávit de 21,593 millones de dólares, 12.3% más que el saldo de 19,227 millones de dólares de 2014.
Abundó que la balanza nacional presentó un déficit de 3,300 millones de dólares, mientras que el balance del sector manufacturero tuvo la misma tendencia con 1,428 millones de dólares.
El ejecutivo indicó que sin la industria automotriz, la balanza comercial del país tendría un déficit de 25,000 millones de dólares.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz reiteró que el crecimiento del mercado interno, que a julio se ubicó en 20.9 por ciento, tiene como fundamento la reducción en la importación de autos usados; esta caída llegó a 69.5 por ciento en el primer semestre.