Washington quiere que Asia reduzca sus importaciones de crudo del miembro de la OPEP en un intento por presionar a Teherán para frenar sus ambiciones nucleares.
Seul. Corea del Sur, un aliado clave de Estados Unidos, advirtió este martes al país norteamericano que podría tener dificultades para reemplazar los suministros petroleros iraníes y manifestó su preocupación de que las sanciones puedan hacer que los precios del crudo suban más.
Washington quiere que Asia reduzca sus importaciones de crudo del miembro de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) en un intento por presionar a Teherán para frenar sus ambiciones nucleares, que según el gobierno estadounidense tienen como objetivo la fabricación de armas atómicas.
La Unión Europea (UE) acordó preliminarmente prohibir las importaciones del crudo iraní.
El ministro de Finanzas de Japón, Jun Azumi, reiteró este martes que su país reduciría las importaciones de petróleo iraní, aunque el primer ministro, Yoshihiko Noda, sembró dudas la semana pasada acerca de la política del país al calificar de "opinión personal" el punto de vista de Azumi.
Corea del Sur, que depende de los Estados Unidos para su seguridad, es el quinto mayor importador de petróleo; siendo que alrededor del 10% de su suministro provino de Irán en los primeros 11 meses del 2011.
"Sería difícil cambiar de proveedor de crudo rápidamente", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cho Byung-jae a los periodistas.
Funcionarios del gobierno asiático están preocupados además de que los esfuerzos por garantizar un suministro alternativo en la región, que incluye a los mayores compradores de petróleo iraní como China, India y Japón, harían subir los precios.
El viceministro de Asuntos Exteriores y Comercio, Kim Jae-shin, abordó el tema con funcionarios estadounidenses, según reportes de prensa.
"Muchos en Corea del Sur están muy preocupados de que una intensificación de las sanciones a Irán en este momento va a desestabilizar los mercados internacionales de crudo y producir efectos adversos en la economía", dijo Jae-Shin a los funcionarios, según los reportes.
Un equipo dirigido por Robert Einhorn, asesor especial del Departamento de Estado de Estados Unidos para la No Proliferación y Control de Armas, inició una visita de tres días a Seúl este lunes para luego tomar rumbo a Japón.