La ciudad de Gumi, al suroeste de Corea del Sur, ha puesto en las calles dos autobuses eléctricos especiales, pues se recargan mientras circulan.
La tecnología la ha desarrollado el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST) y por el momento se van a realizar pruebas en la ciudad de Gumi, en la parte meridional de Corea del Sur. Se trata de un tipo de autobús eléctrico que recarga su batería mientras recorre las carreteras gracias a un sistema inalámbrico. De esta forma el vehículo no se tiene que parar en ninguna estación para obtener energía, un modelo que podría ser adoptado también para la fabricación de automóviles, no sólo para el transporte público.
Los investigadores del KAIST ya han propiciado que esta tecnología que convierte al vehículo en autosuficiente sea utilizada en un tranvía dentro de un parque de atracciones en Seúl, así como en el propio campus del centro educativo. El próximo paso era llevar al transporte público este tipo de vehículos, lo que acaba de dar comienzo con la puesta en marcha de dos autobuses que harán una ruta de 24 kilómetros.
La tecnología del OLEV (online electric vehicle), está basada en shaped magnetic field in resonance (SMFIR), un desarrollo llevado a cabo en el KAIST que permite a los vehículos obtener energía de forma inalámbrica a partir de la carretera por la que circulan. Esta energía no aparece de la nada, tiene su origen en los cables instalados bajo la superficie. El campo magnético que éstos producen es aprovechado por un receptor situado en la base del autobús, que convierte este magnetismo en electricidad.
Sin embargo, existe un inconveniente a primera vista: no todos los tramos de calle disponen de cableado bajo su superficie. Pero los científicos del KAIST apuntan que sólo será necesario reconstruir una pequeña parte de las carreteras para que el autobús eléctrico funcione con normalidad por toda la ciudad.
Un autobús eléctrico de alto rendimiento. Esta investigación se ha fijado en algunos de los problemas habituales que arrastran los vehículos eléctricos y han tratado de resolverlos. La tecnología desarrollada permite reducir el peso y aumentar el volumen de los transportes, así como incrementar la distancia que pueden recorrer. También se han cuidado de que el precio disminuya en relación con las prestaciones que se ofrecen.
Aunque por supuesto lo más determinante es haberle puesto solución al problema de la falta de estaciones de servicio para cargar el vehículo. Este tipo de autobús eléctrico consta de una batería cuyo tamaño es tres veces menor que la de un coche eléctrico estándar. Está previsto que el vehículo se complemente con la carretera, que dispondrá de una tecnología adicional cuya función consistirá en identificar a los OLEV para permitir la absorción de energía sólo cuando éstos pasen.