El clima seco que afecta a uno de los principales exportadores mundiales de alimentos está hasta ahora golpeando más al cereal que a la soja -el principal cultivo del país-, cuya estimación de producción la Bolsa de Comercio mantuvo sin cambios en 49,5 millones de toneladas.
Buenos Aires. La producción argentina de maíz de la campaña 2010/11, que actualmente sufre la falta de lluvias provocada por el fenómeno La Niña, sería de 21,3 millones de toneladas, señaló este lunes la Bolsa de Comercio de Rosario.
El clima seco que afecta a uno de los principales exportadores mundiales de alimentos está hasta ahora golpeando más al cereal que a la soja -el principal cultivo del país-, cuya estimación de producción la Bolsa de Comercio mantuvo sin cambios en 49,5 millones de toneladas.
"El cultivo más comprometido en estos momentos es el maíz. Está atravesando la etapa crítica de floración en gran parte de la región pampeana con necesidad de agua en forma urgente", dijo la entidad en uno de sus reportes regulares de cosecha.
"Las bajas probabilidades de que nuevos frentes de tormentas permitan revertir las exigencias hídricas mínimas para que el número de granos por espiga no siga disminuyendo preocupan severamente (...) De continuar estas condiciones ambientales, las expectativas (de cosecha) seguirán ajustándose negativamente", informó.
En sus últimas previsiones, el gobierno argentino consideró que la producción de maíz 2010/11, cuya siembra está cerca del fin, llegará a 26 millones de toneladas, mientras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estimó que será de 25 millones de toneladas.
La Bolsa de Comercio de Rosario destacó que si bien la falta de lluvias aún no perjudicó tanto el desarrollo de la soja como lo hizo con el maíz, sí podría llevar a una reducción en el área a sembrar con la oleaginosa, actualmente estimada en 18,7 millones de hectáreas.
El gobierno argentino y el USDA pronosticaron que la producción de soja será de 52 millones de toneladas.
Por otra parte, la Bolsa de Comercio de Rosario proyectó que la cosecha de trigo, cuya recolección está muy avanzada, llegaría a 14 millones de toneladas gracias a un aumento en la superficie del 28 por ciento respecto de la campaña anterior para alcanzar los 4,5 millones de hectáreas y, particularmente, a un fuerte incremento en los rendimientos.