La cosecha de maíz blanco, que se mide hasta marzo, dejaría 22.8 millones de quintales, que son 2.5 millones más en comparación con la cosecha 2012/2013.

El Salvador. El Gobierno mantiene la previsión de que la cosecha de maíz blanco y frijol rojo correspondiente a este período incrementará en un 19,6% en comparación con el ciclo anterior, pero los productores estiman que la cifra será menor, y que si hay un incremento se deberá principalmente a las condiciones del clima.

La cosecha de maíz blanco, que se mide hasta marzo, dejaría 22.8 millones de quintales, que son 2.5 millones más en comparación con la cosecha 2012/2013. En el caso del frijol rojo, son 2.7 millones de quintales o 700.000 quintales más. En ambos casos, los productores explican que durante los dos últimos ciclos, las lluvias han llegado en el momento adecuado. La excepción fue la zona oriental durante julio de 2013, que pasó cerca de 20 días sin lluvia.

En 2013, el Ministerio de Agricultura y Ganadería se fijó tres escenarios. La producción de maíz blanco iría de los 16.9 millones de quintales a los 22.5 millones; la del frijol, de 2.2 millones a 2.9 millones. Pablo Ochoa, titular del MAG, dijo: “Esperamos el resultado de acuerdo con el pronóstico que habíamos establecido de 22.8 millones de quintales de maíz”, y 2.7 millones en el de frijol.

Estos dos cereales, que son los de mayor consumo en el país, se terminan de entregar entre febrero y marzo. En esas fechas ya se ha obtenido 100% de la producción.

Previsión menor. Guillermo Quijano, presidente de la Cámara Asociación de Medianos y Pequeños Productores (CAMPO), dijo que tienen una menor expectativa que la oficial.

Según Quijano, tienen previsto que sean 20 millones de quintales y no los 22.8 millones que anuncia el Gobierno. “Tenemos más área de siembra, subió un poco la productividad y el invierno (la época de lluvias) se portó mucho mejor”, explicó el líder de CAMPO.

Para este año reportan un promedio de 55 quintales por manzana, frente a los 52 quintales del ciclo 2012/2013.

Mientras, Aníbal Santos, de la Asociación de Regantes de Atiocoyo Sur, dijo que en la zona de siembra (en el departamento de La Libertad) observaron una caída en la producción de arroz.

En el ciclo anterior obtuvieron 140 quintales por manzana y a pesar de que se trata de un distrito con infraestructura de riego, para este ejercicio hubo 40 quintales por manzana.

Santos dijo que pidieron asesoría en el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), pero que aún no tenían la respuesta a la baja en productividad.

Sin embargo, el productor del distrito de riego resaltó que el arroz de secano –que depende de la variación del clima– sí obtuvo más producción. “El invierno fue bueno”, comentó el arrocero.

Amy Ángel, experta agrícola en la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), dijo que la estabilidad en los precios permite incidir en las decisiones de cosecha.

Además, ha sido un buen año para toda la región en cuanto a la cosecha de granos.

Nuevo ciclo. El MAG inició el proceso para la compra de semilla de maíz para entregar con los paquetes agrícolas gratuitos. La expectativa es poder entregarlos en abril.

Las asociaciones de agricultores han denunciado que los paquetes se entregan ya con poco tiempo para preparar el terreno.

Las primeras lluvias llegan, tradicionalmente, en mayo. Las más copiosas se reportan en junio y julio. Desde 2011 hasta 2013 hubo episodios de inestabilidad en el clima que activaron las alertas en las asociaciones. En 2011, el exceso de lluvia; en 2012, la sequía a mitad de año; y en 2013, una sequía en oriente. En el caso de la falta de lluvias, las asociaciones han denunciado que la respuesta del Gobierno fue tardía y cuando ya había poca producción para recuperar.

El caso más reciente fue la sequía en la zona oriental, en 2013. Cuando ya las gremiales habían anunciado pérdidas de 4,000 quintales, el MAG todavía no confirmaba pérdidas.

Este año entregarán cerca de 400,000 paquetes que contienen una bolsa de 20 libras con semilla de maíz más un saco de fertilizante químico (fórmula con nitrógeno).