"A medida que se fue enfriando la decisión de siembra del maíz, la soja comenzó a captar gran parte de esa área y también suma toda la parte de girasol que no se pudo sembrar en el noreste", dijo en una presentación Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCBA.

Buenos Aires.- La cosecha argentina de soja llegaría a 51 millones de toneladas en el ciclo 2019/20 al absorber hectáreas inicialmente pensadas para el maíz, un cereal sobre el que los agricultores temen que recaigan más impuestos si en octubre cambia el Gobierno, dijo el miércoles la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

"A medida que se fue enfriando la decisión de siembra del maíz, la soja comenzó a captar gran parte de esa área y también suma toda la parte de girasol que no se pudo sembrar en el noreste", dijo en una presentación Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCBA.

Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, e inicialmente la BCBA creía que la superficie del cultivo caería desde los 17,4 millones de hectáreas sembrados el año pasado, que produjeron 55,1 millones de toneladas gracias a excelentes rendimientos.

Sin embargo, Copati explicó que el área dedicada al grano sería de 17,6 millones de hectáreas por la incertidumbre que genera la potencial victoria en las elecciones presidenciales de octubre del ala de centroizquierda del peronismo, que en el pasado aplicó límites y elevados impuestos a los embarques de maíz.

"Vamos a ver una reducción en la participación en las siembras tardías" del maíz, cuyo espacio será ocupado por la soja, dijo Copati, que agregó que también cayó el margen de rentabilidad del cereal, que en la actual campaña registraría una cosecha de 50 millones de toneladas.

Con respecto al trigo 2019/20, Copati señaló que la entidad prevé una producción récord de 21 millones de toneladas -desde los 19 millones del ciclo previo-, pero que condiciones secas en el sur de la provincia de Buenos Aires y en el oeste del área agrícola argentina amenazan los rendimientos.

"Si este escenario no cambia (...) la condición del cultivo va a empezar a caer", dijo Copati, que no obstante agregó que la BCBA espera que en octubre se registren más precipitaciones que las ocurridas en las últimas semanas, que ayudarían a recuperar el estado de las plantas.