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Critican subvenciones a BMW en México
Miércoles, Diciembre 24, 2014 - 12:54

Los detalles que se dieron a conocer del contrato de la nueva planta de BMW en México han levantado críticas. La industria automotriz del país latinoamericano sigue creciendo.

A principios de julio de 2014, Harald Krüger, quien fue designado el nuevo jefe de BMW, anunció en una aparición pública con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, la inauguración de una nueva planta de producción en el estado de San Luis Potosí. Sin embargo, la sonrisa de satisfacción de Krüger no solo se debía a la noticia sobre el nuevo emplazamiento, como informó a mediados de diciembre el periódico mexicano La Jornada.

Para la construcción de la nueva planta, la empresa automotriz alemana recibirá alrededor de 3.500 millones de pesos mexicanos (unos 196 millones de euros) en incentivos, beneficios fiscales, concesiones y demás apoyos del erario estatal. A cambio de ello, el fabricante de automóviles se compromete a crear hasta 2024 “hasta 1.500 empleos” e invertir en los próximos 15 años mil millones de dólares. No obstante, La Jornada señala que BMW puede cancelar el acuerdo en cualquier momento sin tener que pagar una multa.

Este convenio, cuyo contenido fue declarado bajo reserva durante siete años -es decir que no se revelará hasta después de que los políticos responsables hayan dejado sus cargos- fue hecho llegar de manera anónima al periódico. La Jornada critica el monto de los subsidios, pero sobre todo que el acuerdo haya sido aprobado sin el consentimiento del Congreso. Asimismo, señala el rotativo, el convenio se debió haber hecho público. El gobernador Fernando Toranzo Fernández no ha cumplido con su obligación de rendir cuentas, añade.

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Aún si se tratara de un acuerdo legítimo, es inmoral, por no decir escandaloso, que una empresa privada reciba estas concesiones de cara al bajo presupuesto de educación, salud y seguridad pública, critica La Jornada.

México y la industria automotriz alemana. En 2019, se inaugurará la planta de producción de BMW. “México es un emplazamiento ideal para el grupo BMW”, dijo Krüger. “El continente americano es uno de los mercados en crecimiento más importantes para el grupo BMW”. Poco antes, Audi y Daimler (junto con Nissan) anunciaron la construcción de nuevas plantas en México. Ya en el año 2016, Audi quiere empezar a producir en el país latinoamericano, Daimler-Nissan un año después. Según informaciones de la empresa, tanto BMW como Audi planean producir 150.000 nuevos automóviles al año, Daimler incluso hasta 300.000.

México se está convirtiendo cada vez más en un emplazamiento de producción para la industria automotriz alemana. Tan solo desde 2012, empresas automotrices internacionales anunciaron 32 nuevos proyectos en el país por un valor de alrededor de 13 mil millones de dólares. Entretanto, México se ha convertido en el octavo mayor productor de automóviles y en el cuarto mayor exportador a nivel mundial. En 2013, se produjeron más de 2,9 millones de autos en el país latinoamericano, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), lo que equivale a un aumento del 1,7 por ciento comparado con el año anterior. Asimismo, se exportaron aproximadamente 2,5 millones de automóviles, más de un 70 por ciento, a Estados Unidos.

¿Por qué México? En años recientes, sobre todo marcas de mayor calidad descubrieron el país como emplazamiento de producción. “Fue una decisión bastante fácil. Estamos seguros de que encontraremos suficiente personal cualificado. Además, hay muchos proveedores en México”, decía Bernhard Eich, director de BMW para la planta en San Luis Potosí. Sin embargo, el país no juega un papel muy importante como mercado de consumo.

En 2014, la empresa alemana vendió cerca de 14.000 vehículos en el país. A nivel mundial, en cambio, fueron casi dos millones. Estados Unidos fue, después de China, el segundo mayor mercado de consumo. BMW exportó alrededor de 376.000 automóviles a EE.UU.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha convertido a México en un emplazamiento de suma importancia para la producción automotriz con miras al mercado estadounidense. A esto se suman la mano de obra cualificada y los proveedores experimentados. No obstante, no se menciona que en casi ningún otro país se pagan salarios tan bajos en la industria automotriz como en México. Pese al auge de esta, según una encuesta de Alex Covarrubias Valdenebro y la Fundación Friedrich Ebert, publicada a principios de 2014, el salario por hora en la industria automotriz en México se redujo en más de un diez por ciento entre 2008 y 2012, de US$8,69 a US$7,80 por hora. A los trabajadores en la cadena de montaje solo se les pagó entre US$3,60 y US$3,90.

El estudio llega a la conclusión de que México se está convirtiendo en una “China occidental”, con altas inversiones en la industria automotriz y un alto atractivo sobre todo debido a la mano de obra barata. Mientras que los sueldos se redujeron, la productividad anual aumentó en un 4,3% y el valor de la producción creció casi un 40%. Esto quiere decir que las ganancias de las empresas crecieron a costa de los trabajadores.

Autores

Deutsche Welle