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Cuba apuesta a dar mayor esplendor turístico a La Habana
Domingo, Febrero 9, 2014 - 18:16

La industria turística cubana, que el año pasado atendió a casi 3 millones de personas, genera ingresos anuales por encima de los US$2.500 millones y es la segunda fuente de divisas de la isla, detrás de la venta de los servicios médicos.

La Habana. Los planes de las autoridades de convertir al puerto de Mariel en la mayor entrada comercial a Cuba permiten que actualmente La Habana entre en un proceso de rehabilitación para pasar a ser la principal bahía turística del país.

Para el arquitecto Orlando Inclán, de la Dirección de Proyectos de Oficina del Historiador, ahora toca redefinir las líneas turísticas de la capital cubana. Por ello, la institución estatal encargada del ambicioso proyecto de rehabilitación de la rada, otrora principal puerto comercial de la isla, profundizará el remozamiento que se desarrolla desde 1990 en La Habana Vieja.

Aunque la zona fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 2009 las autoridades reconocieron la imposibilidad de ampliar la infraestructura de la bahía habanera, que tiene forma de bolsa con un pequeño canal de entrada poco profundo por debajo del cual pasa un túnel.

El nuevo proyecto en el que se trabaja permite cambiar la imagen del área, revitalizar la economía y atraer más turistas, al transferir las actividades comerciales al megapuerto de Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana, y donde se ubicará en breve la primera Zona de Desarrollo Especial de la isla.

"Es una posibilidad de revertir el deterioro de toda la zona sur donde hay falta de espacios públicos, infraestructura y valor ambiental", señala Inclán. La reconstrucción se concentra en la Avenida del Puerto, en la franja que va desde el Muelle de Caballería hasta los Almacenes San José, donde se ubicaban antiguos edificios de la Aduana, el Emboque de Luz, o el muelle de la madera y el tabaco.

A lo largo del borde oeste de la bahía se construye un paseo que permitirá acercarse a la historia más antigua de la capital cubana, al transitar cerca del antiguo muelle de la madera y el tabaco, con una vía férrea en su frente y locomotoras rescatadas de otras épocas, que se movieron por ese lugar, recuperadas y puestas en función del turismo.

El muelle conservará su estructura original pero quedará convertido en una gran cervecería, con fábrica propia en su interior, lugar ideal para el descanso y los servicios gastronómicos. Otra parte del proyecto es el restablecimiento del Emboque de Luz como punto de atraque y estación de pasajeros para las lanchas que comunican a La Habana Vieja con otros puntos de la bahía, como los poblados ultramarinos de Casablanca, Regla o Guanabacoa.

El Emboque de Luz es una nave de dos pisos, con estructura de hierro, levantada en 1909 y que cinco años más tarde comenzó a dar servicio, interrumpidos en los años 60 del pasado siglo, a un ferry procedente de Cayo Hueso (Key West), Florida, Estados Unidos.

El proyecto también incluye la segunda fase de los Almacenes San José, instalación que ahora alberga al principal mercado de artesanía de la ciudad, y en cuya segunda planta se construyen un centro comercial y un teatro. En la antigua edificación de la Aduana, frente a la plaza de San Francisco de Asís, se proyecta recuperar ese inmueble para devolverle su aspecto original y construir en el interior un estacionamiento de dos niveles para unos 400 automóviles, además de un centro comercial en la planta superior.

De manera simultánea, se realizan labores de descontaminación de la bahía, que se iniciaron en 2006, y que han permitido el cierre de varios vertederos y la instalación de una planta de tratamiento de aguas en el río Luyanó. El saneamiento ya se aprecia a simple vista, pues gaviotas y pelícanos vuelven a sobrevolar la rada en indicación del regreso de algunas especies marinas como fruto del trabajo de un grupo estatal que desde 1998 labora en la bahía y su cuenca para incrementar el nivel de oxígeno en las aguas.

La industria turística cubana, que el año pasado atendió a casi 3 millones de personas, genera ingresos anuales por encima de los US$2.500 millones y es la segunda fuente de divisas de la isla, detrás de la venta de los servicios médicos.

Autores

Xinhua