En la actualidad el país caribeño apuesta por nuevas instalaciones de alto estándar ante el incremento de visitantes internacionales, sobre todo en la capital, que brinden servicios exclusivos a un segmento de mercado que hasta ahora no había sido representativo.
La Habana. El tradicional paisaje que distingue a la parte más antigua de La Habana con sus calles adoquinadas, carros antiguos y pintorescas construcciones coloniales ha ido cambiando en los últimos meses con la apertura de lujosos y modernos hoteles que buscan ampliar la oferta turística en Cuba.
En la actualidad el país caribeño apuesta por nuevas instalaciones de alto estándar ante el incremento de visitantes internacionales, sobre todo en la capital, que brinden servicios exclusivos a un segmento de mercado que hasta ahora no había sido representativo.
En el último año y medio han abierto sus puertas en el casco histórico de La Habana los primeros dos hoteles de cinco estrellas plus bajo la administración de compañías internacionales y el grupo líder del turismo cubano Gaviota.
Sin embargo, el plan de desarrollo es mucho más ambicioso y se proyecta la construcción de nuevas instalaciones en la capital, a propósito del 500° aniversario de su fundación, así como en otras ciudades y balnearios de la isla.
"En 2019 se notarán los aportes de la industria turística a La Habana, donde existen en ejecución siete inversiones importantes", manifestó recientemente a la prensa José Daniel Alonso, director de desarrollo del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur).
Uno de esos inmuebles es el Hotel Paseo del Prado, situado en la famosa intersección habanera de Prado y Malecón, destinado a convertirse en el hotel insigne de la ciudad por su maravillosa vista a la entrada de la bahía de La Habana.
"Este es un hotel que inició su construcción en febrero de 2017 (...) y tiene fecha de terminación para el 10 de septiembre de 2019", comentó a Xinhua Orlando Oramas, director de inversiones de la obra.
La instalación será operada por la cadena francesa AccorHotels; consta de 10 niveles y 250 habitaciones, de ellas 36 suites, segmentadas en tres temáticas relacionadas a la danza y géneros musicales autóctonos cubanos como el son y la salsa.
"La estructura del hotel fue construida en 21 meses y en este momento estamos a un 55% de acabado y un 40% de las instalaciones internas", añadió Oramas.
Más de 400 trabajadores cubanos y unos 50 procedentes de la India han trabajado en el proyecto del Hotel Paseo del Prado, el tercero de su tipo en La Habana con categoría cinco estrellas plus, tras la apertura en 2017 del Gran Manzana Kempinski y el pasado año del Iberostar Grand Packard.
La construcción de este y otros inmuebles en la capital se realiza entre la Empresa Constructora del Turismo y la francesa Bouygues Batiment International, con casi 20 años de presencia en Cuba.
"Actualmente nuestra firma está ejecutando una treintena de proyectos constructivos relacionados al turismo en Cuba, de ellos siete en La Habana", puntualizó la compañía a Xinhua.
Detalló que existe una relación de confianza entre las autoridades cubanas y el grupo francés, que cuenta con personal capacitado en las nuevas tecnologías constructivas.
"Tenemos mucho que compartir en cuanto a construcción como seguridad, innovación y nuevas técnicas para implementar y desarrollar las infraestructuras turísticas", añadió.
A pocos kilómetros del futuro Hotel Paseo del Prado se levanta otra instalación que marcará un nuevo hito en la ingeniería estructural de la isla.
Se trata del proyecto hotelero Primera y D, en el capitalino barrio del Vedado, a escasos metros del emblemático Malecón de La Habana y donde se edificarán dos torres de 27 pisos con 600 habitaciones.
"Entre los principales retos constructivos es hacer dos edificios con tecnologías que anteriormente no se habían usado en Cuba en los hoteles recientemente construidos en La Habana y otros polos turísticos", dijo a Xinhua Manuel Rodríguez, director adjunto del proyecto.
Según el arquitecto cubano, en la obra se usarán novedosos sistemas de seguridad, plumas distribuidoras de hormigón a grandes alturas para llevarlo a los diferentes puntos de las estructuras sin saturar las grúas y por primera vez en el país se usarán sistemas de moldes constructivos.
"Estos moldes nos permitirán ir subiendo la estructura del núcleo y los elementos horizontales en aproximadamente cinco días por nivel o piso. Este sistema nos ayudará a cumplir el cronograma de ejecución de obra de las dos torres en 25 meses", aseveró.
"Es una gran experiencia y reto, pues veníamos haciendo hoteles de playa totalmente horizontales. Ahora estamos ante edificios altos y nosotros nunca hemos construido ninguno, por lo cual nos va a ir permitiendo conocer tecnologías nuevas", indicó Rodríguez.
Como parte de las inversiones en La Habana también se construyen varias instalaciones en el casco histórico como el "Gran Hotel", "Corona", "Regis", "Real Hacienda" y "Metrópolis", mientras que en la zona residencial de Miramar se edifica un complejo hotelero de alto estándar.
Todas estas construcciones han sido asumidas con capital 100% cubano a través de créditos internacionales a largo plazo.
De igual forma, este año la empresa española Iberostar aportará 35 millones de euros (US$39 millones) para reparar el Hotel Habana Riviera del cual asumió su administración en 2018, mientras que la también ibérica Meliá International destinará unos 25 millones de euros (US$28 millones) para invertir en el Tryp Habana Libre.
Al cierre del año pasado, La Habana contaba con 12.498 habitaciones y a propósito de su medio milenio este 2019 se espera la recuperación de unos 946 cuartos, 60 casas de alojamiento en Playas del Este y la restauración de varios complejos gastronómicos, informó el directivo del Mintur José Daniel Alonso.
Fuera de la capital cubana también se potencia la construcción de nuevas infraestructuras en los principales polos turísticos del país.
En Varadero, principal destino de sol y playa en la isla, abrirá sus puertas el emblemático Hotel Internacional que contará con 946 habitaciones y proyecta iniciar su explotación a finales de este mes bajo la administración de Meliá International.
Mientras que en otros balnearios como Jardines del Rey, en el centro norte del país, abrió el pasado año el Grand Muthu Hotel Cayo Guillermo, de 500 habitaciones.
En ese mismo lugar, caracterizado por la belleza de sus playas vírgenes, entraron en la fase final de construcción el hotel Punta Rasa II, de 500 cuartos, y el Pilar I, de 245 habitaciones.
Este último será operado por la cadena de origen alemán Kempinski y la cubana Gaviota, en lo que constituirá el primer inmueble de alto estándar en un destino de sol y playa en Cuba.
Por su parte Cayo Santa María, a unos 395 kilómetros al este de La Habana, es el polo turístico que más ha crecido en los últimos cinco años, alcanzando unas 11.374 habitaciones.
Allí abrió en diciembre pasado el hotel Paradisus Los Cayos, categoría cinco estrellas con 802 habitaciones que refuerza el producto de excelencia en el destino.
Para 2020 se espera la terminación de los hoteles La Salina Noreste y La Salina Suroeste, de 633 y 621 habitaciones, respectivamente, en el propio Cayo Sata María.
Cuba recibió poco más de 4.750.000 turistas en 2018 y las autoridades esperan para 2019 implantar un nuevo récord de llegada de visitantes internacionales a la isla, al proyectar recibir unos 5,1 millones de turistas.
La llamada industria del ocio es la segunda fuente de ingresos para esta nación, después de los servicios profesionales en el extranjero.