Hace unas semanas, la Unión Eléctrica informó que se construyen cuatro parques solares en la occidental provincia de Matanzas, donde están en proyecto otros nueve que permitirán el ahorro de casi 11.420 toneladas de petróleo.
La Habana. Acostumbrados a vivir prácticamente todo el año bajo un Sol abrasador, los cubanos ahora buscan obtener energía del "Astro Rey" para paliar la dependencia de la isla de los combustibles fósiles.
"El día que podamos exportar este Sol, nos haremos millonarios", dice entre risas Norma López, una jubilada que vive en La Habana, una ciudad que por estos días sufre los rigores del caluroso y recién iniciado verano caribeño.
Sudando de manera copiosa, la septuagenaria anciana pone cara de sorpresa cuando le dicen que se puede obtener energía del Sol y que la isla tiene entre sus proyectos priorizados la construcción de varios campos fotovoltaicos.
Hace unas semanas, la Unión Eléctrica informó que se construyen cuatro parques solares fotovoltaicos en la occidental provincia de Matanzas, donde están en proyecto otros nueve que permitirán el ahorro de casi 11.420 toneladas de petróleo.
El proyecto de Matanzas, una provincia aledaña a La Habana y donde está el afamado balneario de Varadero, es parte de un programa que establece el desarrollo de fuentes renovables de energía para reducir la dependencia de combustibles fósiles y lograr por esa vía, en el 2030, el 24% de la generación eléctrica del país.
En ese programa gubernamental la energía fotovoltaica juega un papel decisivo, pues en la isla la radiación solar alcanza unos cinco kilowatts diarios por metro cuadrado, lo que significa 1.852 al año, un índice considerado bueno por los expertos.
El gobierno planea la instalación de 59 parques fotovoltaicos en el país, de los cuales 33 serán terminados este año, de acuerdo con el secretario ejecutivo del Frente de Proyectos, Jesús Lacera, citado por el diario local "Granma".
Esas 33 instalaciones serán sincronizadas al Sistema Electroenergético Nacional con una potencia de 59 megawatts, cifra que equivale a la mitad de la generación de una planta eléctrica convencional.
La entrada en funcionamiento de esos campos fotovoltaicos propiciará "avances notables en el aprovechamiento de la energía solar, una de las fuentes renovables más prometedoras para la nación y un objetivo esencial en el propósito de cambiar su matriz energética", indicó "Granma".
Esos proyectos permitirán a la isla depender menos del petróleo, pues en la actualidad tiene una producción del hidrocarburo y gas cercana a los cuatro millones de toneladas anuales, o sea unos 25 millones de barriles, de las cuales tres millones corresponden a un crudo pesado y el resto a gas natural.
Esa producción local cubre casi la mitad de las necesidades de la isla, que se completan con la compra de unos 100.000 barriles diarios a Venezuela.
La falta de petróleo obliga a Cuba a realizar costosas importaciones, "cuyo costo pende como espada de Damocles sobre nuestra economía", recordó el presidente cubano, Raúl Castro, al abordar el tema en un discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Congreso) a fines de diciembre pasado.
"Sin renunciar al incremento de la producción nacional de petróleo, para lo cual también se necesitan inversiones, debemos acelerar el desarrollo de las fuentes renovables de energía, que actualmente sólo significan un 4,65% de la generación de electricidad", indicó el mandatario.
"Tenemos más que suficientes en las energías solar o fotovoltaica, eólica y la biomasa. Este es uno de los sectores estratégicos donde debemos potenciar decididamente la inversión extranjera", subrayó.
El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, que aprobó una hoja de ruta con más de 300 medidas para "actualizar el modelo económico de la isla", pidió fomentar el uso de las fuentes renovables de energía.
"Potenciar el aprovechamiento de las distintas fuentes renovables de energía, fundamentalmente la utilización del biogás, la energía eólica, hidráulica, biomasa, solar y otras, priorizando aquellas que tengan el mayor efecto económico", fue la decisión del Congreso, que sesionó en abril de 2011.
En ese camino, es muy posible que a mediano plazo el uso de la energía solar se generalice en la isla y deje de ser motivo de sorpresa y admiración para Norma López, la anciana que ahora se queja del calor, sin comprender que mañana el Sol puede ser un importante aliado para Cuba.