Las plantaciones bajo tela, destinadas a la producción de capas para los habanos, han sido las más castigadas por las lluvias registradas hace una semana en Cuba, que dañaron unas 570 hectáreas en Pinar del Río, la provincia más importante en la producción de la hoja.

La Habana. Las autoridades cubanas confían en lograr una buena cosecha de tabaco, pese a que las lluvias registradas hace una semana en Cuba dañaron unas 570 hectáreas en Pinar del Río, la provincia más importante en la producción de la hoja.

"Pinar del Río todavía está en condiciones de lograr una buena cosecha", dijo a la prensa local Víctor Fidel Hernández, delegado de la Agricultura en ese territorio del extremo occidental de la isla.

Las plantaciones bajo tela, destinadas a la producción de capas para los habanos, han sido las más castigadas, debido a su fragilidad y a las rachas de viento que en algunos territorios sobrepasaron los 100 kilómetros por hora.

Evaluaciones preliminares del Ministerio de la Agricultura (Minag) reportaron afectaciones en unas 120 hectáreas del llamado "tabaco tapado", de las 830 que fueron plantadas a lo largo de la provincia.

La mayoría de los daños se concentran en los municipios de San Luis y San Juan y Martínez, dos de los cuatro que conforman el macizo tabacalero de Vueltabajo, donde se reportan 47 hectáreas perdidas totalmente.

Hernández recordó que es la tercera vez durante la actual campaña que las lluvias y los vientos se ensañan con un cultivo sobre el que recae más del 70% de las exportaciones de la agricultura cubana.

El funcionario dijo que los campesinos se enfrascan en la actualidad en la recolección de las hojas que pueden aprovecharse en las áreas dañadas, así como en manejos agrotécnicos para salvar cuanto sea posible.

"Unido a eso se trabaja en la recuperación de las casas de curación y otras instalaciones que también tuvieron algún tipo de afectación", comentó.

Se continúa además sembrando con el propósito de alcanzar las 20.000 hectáreas comprometidas, de las cuales fueron plantadas más de 19.300 hasta el momento.

El estatal Grupo Empresarial Tabacuba trabaja en la ampliación de la infraestructura con el fin de responder a los incrementos agrícolas de la hoja y agilizar el proceso de beneficio.

Se construyen por eso túneles de cepellón en todas las empresas del país para la obtención de posturas de calidad, que se incrementarán de forma progresiva a la siembra a partir de unas 4.000 instalaciones de este tipo previstas para toda la isla.

Tabacuba ha introducido nuevas tecnologías como medida para enfrentar el cambio climático, de ahí que se implemente un programa gradual que posibilite transitar desde el semillero tradicional hasta el de cultivo tapado, según ha señalado el ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez.

Rodríguez detalló que ese cambio, que debe concluir dentro de 5 años, eliminará los semilleros tradicionales a cielo abierto, medida concreta de enfrentamiento al cambio climático.

Pinar del Río es responsable de más del 67% de la producción tabacalera cubana, que complementan Sancti Spíritus (centro), al aportar el 15% y otro 18% a cargo de pequeñas áreas distribuidas a lo largo de la isla.

En la actual cosecha se deben sembrar en la isla más de 31.000 hectáreas con las que se prevé acopiar unas 34.405 toneladas de la hoja.

El tabaco es el cuarto renglón en ingresos de Cuba, que en 2017 facturó unos US$500 millones por las ventas de 450 millones de puros habanos, según datos de la empresa mixta cubano-española Habanos S.A.

Esa industria ocupa a unos 200.000 trabajadores en Cuba, que se elevan hasta los 250.000 cuando llega el pico de la cosecha.