Abrir puertas a los vientos caribeños es la premisa que convoca a profesionales de los cinco continentes, tanto de la academia como de la industria, a participar en la duodécima conferencia que organiza en la capital cubana la Asociación Mundial de Energía Eólica.
La Habana. Cuba, que realiza una apuesta por la energía eólica, prepara una Conferencia Mundial sobre ese recurso, que sesionará en La Habana del 3 al 5 de junio venidero para convertir a la isla en el primer país caribeño que acoge esa reunión.
La organización de la Conferencia corre a cargo del Centro de Estudios de Tecnologías Energéticas Renovables (Ceter), perteneciente al habanero Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, de manera conjunta con la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (Cubasolar), y el Ministerio de Energía y Minas.
Abrir puertas a los vientos caribeños es la premisa que convoca a profesionales de los cinco continentes, tanto de la academia como de la industria, a participar en la duodécima conferencia que organiza en la capital cubana la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA, por sus siglas en inglés).
El encuentro ofrecerá un foro para intercambiar estudios, iniciativas y proyecciones, y será un espacio propicio para dar a conocer los nuevos progresos de América Latina, dado el reciente auge de la energía eólica en la región.
El estímulo al uso de las fuentes renovables de energía, los logros desde 2005, la experiencia, el haber hecho un mapa eólico, todo eso contribuyó a que se le otorgara la sede a Cuba, además de sus condiciones como país anfitrión de grandes congresos y del apoyo gubernamental para realizar un evento de tal magnitud, dijo a la prensa el jefe del Grupo Eólico del Instituto de Meteorología (Insmet), Alfredo Roque.
Entre las temáticas que centrarán la atención de los expertos, figuran las políticas nacionales y locales, la potencia comunitaria y la formación de recursos humanos.
Otros asuntos a tratar son la conexión a la red, los parques eólicos en condiciones climatológicas extremas, los pronósticos del recurso y la generación descentralizada.
También se encuentran en agenda el tema del financiamiento, las relaciones entre ese tipo de energía con el turismo, el agua, los alimentos, así como el nexo entre cultura energética y comunicación.
"La WWEA siempre ha tenido muy buenas relaciones con la isla; hemos tenido un espacio desde que empezamos a incursionar en esta energía. De hecho, Conrado Moreno, director del CETER y presidente del Comité Organizador, es actualmente miembro de la junta directiva de ese organismo", explicó Roque.
América Latina ha sido sede una sola vez de la Conferencia Mundial de Energía Eólica, en Mar del Plata, Argentina, en 2007.
La cita más reciente tuvo lugar el año pasado en Bonn, Alemania. El gobierno cubano evalúa ahora la instalación, en el centro y oriente de la isla y antes de 2020, de ocho nuevos parques eólicos capaces de generar en conjunto unos 280 megawatts (MW).
El director de Generación de Emergencia y Fuentes Renovables, Aleisly Valdés, citado hace unas semanas por el diario "Juventud Rebelde", detalló que seis de los nuevos emplazamientos tendrán una potencia de 30 MW y los otros dos de 50 MW.
Seis de esos parques eólicos se ubicarán en la región oriental del país: tres en la localidad de Banes, en la provincia de Holguín; dos en Las Tunas, y uno en Camagüey.
Los otros dos se erigirán en el centro, uno en Ciego de Avila y el otro en Villa Clara.
El empleo de esos generadores movidos por la fuerza de los vientos también evitaría a la isla la emisión de 184.000 toneladas anuales de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero.
En la actualidad, Cuba tiene en activo tres parques eólicos ubicados en Holguín, Ciego de Avila y la Isla de la Juventud, que aportan en conjunto al Sistema Electroenergético Nacional unos 11,70 MW y utilizan tecnología francesa, china y española.
A raíz de la crisis energética de 2004 y 2005, el gobierno cubano priorizó el uso y desarrollo de las fuentes renovables para la producción de electricidad y el ahorro de combustibles fósiles.