La campaña 2013-2014 cerrará con una leve alza del 3% por diversas adversidades, como frecuentes lluvias y deficiencias organizativas, entre otras causas.
La Habana. Con la cosecha casi terminada, un pequeño grupo de refinerías cubanas continúan los trabajos para tratar de producir la mayor cantidad de azúcar posible, luego de que la producción de esta zafra superara un 3% lo alcanzado el año anterior, pero quedara por debajo de lo previsto.
Esta semana detuvieron sus máquinas varios centrales y solo quedan en activo cinco en las orientales provincias de Holguín y Las Tunas, según informó Dionis Pérez, director de Informática y Sala de Análisis del Grupo empresarial AZCUBA, que en 2012 sustituyó al Ministerio del Azúcar.
Los pronósticos al comenzar la zafra en noviembre último eran producir 1,8 millones de toneladas de azúcar sin refinar, "la mayor zafra de la última década", a partir de un mayor volumen de caña, más eficiencia e incremento en el nivel de molienda.
Esa cifra representaba un crecimiento del 18 por ciento en relación con la campaña anterior, cuando la producción azucarera fue de 1,6 millones de toneladas.
La campaña 2013-2014 cerrará con una leve alza de 3 por ciento por diversas adversidades, entre las que Pérez enumeró una temporada invernal anómala, con frecuentes lluvias y deficiencias organizativas, roturas, falta de preparación del personal y otras causas.
En la cosecha que concluye participaron 48 ingenios, pero "un grupo de los cuales no molieron toda la caña planificada por las razones señaladas e incumplen sus respectivos planes de producción".
De las 13 provincias en zafra, sólo cinco cumplieron sus metas de producción: Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Avila, en la región central del país, así como Guantánamo y Santiago de Cuba (oriente).
La zafra en Cuba se realiza en un período de 150 días, desde mediados de noviembre hasta finalizar abril, etapa óptima de la cosecha, la cual se lleva a cabo, en más del 90 por ciento, de forma mecanizada.
Expertos señalan que cuando un central tiene la necesidad de moler en mayo, lo hace con el riesgo de lograr una menor producción ese mes, ya que tradicionalmente el rendimiento de azúcar en caña baja y las lluvias paralizan la cosecha, mientras haya humedad en los campos.
Las plantaciones de azúcar en Cuba carecen de drenaje adecuado, por lo que la cosecha mecanizada se hace difícil cuando llueve y el clima húmedo retrasa la producción.
La producción azucarera, el eje de la economía cubana hasta 1990, entró en crisis tras la desaparición en 1991 de la Unión Soviética, principal mercado y suministrador de tecnología e insumos, y su producción cayó de 8,2 millones (1989) a 1,2 millones de toneladas anuales (2006).
En 2008, la deprimida industria inició un proceso de modernización, cinco años después de haber reducido en 60 por ciento el número de fábricas, que llegó a 155, y las enormes extensiones de tierra dedicadas al cultivo.
La pasada cosecha azucarera 2012-2013 se incumplió en 11 por ciento del plan previsto, al dejar de producir 192.000 toneladas de azúcar debido a bajas molidas de caña, afectaciones en la eficiencia industrial y el impacto del devastador huracán "Sandy" en la región oriental de la ínsula.
Según técnicos del sector, la industria dispone de suficiente capacidad con 60 refinerías para producir de tres a cuatro millones de toneladas en una campaña promedio de 110 días.
AZCUBA espera revertir el largo declive en la producción local desde 8 millones de toneladas en 1990 y planea producir 2,4 millones de toneladas en el 2015.
Esa entidad estatal se ha propuesto poner a funcionar otras 10 fábricas, modernizar su tecnología, mejorar los rendimientos y los sistemas de pago de la caña y aplicar mecanismos de gestión eficiente que le permitan autofinanciarse.
Considerada en otros tiempos como la locomotora económica del país, la industria cubana tocó fondo en la cosecha 2009-2010 cuando registró una producción de 1,1 millones de toneladas, la peor en 105 años.