La francesa Casino inauguró su primer supermercado completamente automatizado y sin atención de empleados en la ciudad de Angers (oeste del país). Pese a la serie de problemas de funcionamiento, la firma se mostró satisfecha por el resultado.
La francesa Casino inauguró este domingo su primer supermercado totalmente automatizado y sin atención de empleados al público. Así, los 115 trabajadores del local de 5.000 metros cuadrados ubicado en la ciudad de Angers atendieron hasta las 13:00 horas (local). Después de ello, solo quedaron 7 funcionarios de seguridad. El resto de los trabajadores cesó sus labores, ya que la ley francesa les prohíbe continuar su tarea habitual a partir de esa hora en un día domingo.
La jornada estuvo marcada por protestas de opositores a la medida y también por problemas de los clientes para pagar en cajas, de acuerdo a Radio Francia Internacional.
Así las cosas, Jean Pastor, delegado sindical central del grupo Casino, expresó su molestia con la iniciativa. "La gente no necesita medio día de consumo extra. El horario de apertura ya es más que suficiente", afirmó, junto con advertir que la medida es una amenaza directa a los puestos de trabajo en el local.
Sin embargo, la empresa sostuvo que la medida es solo la entrega de un servicio automatizado para clientes del supermercado desde las 13:00 hasta las 21:00 hrs en un día domingo para satisfacer sus demandas. “Es un servicio extra para el cliente”, argumentó el director del hipermercado, Luc Simon. “Ocurre con todas las nuevas tecnologías, hay que acostumbrarse”, añadió.
#Angers #hypermarché #Géant #Casino La #Roseraie ce dimanche après-midi sans #caissière. Le personnel a quitté le #magasin. Les manifestants conspuent les clients aux #caisses #automatiques. pic.twitter.com/zUtLxOHZ60
— Philippe Rubion (@PhilippeRubion) August 25, 2019
Los clientes, por su parte, se enfrentaron a dos obstáculos. Por un lado a los manifestantes, que les reprochaban hacer sus compras en un día domingo. Y por otro, las cajas automatizadas, ya sea porque descubrían recién en el lugar mismo que no podían llevar más de 15 artículos o bien, porque simplemente no entendía cómo funcionaba el sistema. Consecuncia de ello se amontonó gran cantidad de productos en caja. Y además, se perdieron 800 kilos de mercaderías.
Sin embargo, para Luc Simon el balance fue positivo. Ello, porque de acuerdo a su relato, por la mañana de la jornada dominical pasaron 500 clientes por cajas, mientras que en la tarde pasaron 1.000. "Pese a las perturbaciones, para mí el balance es positivo”, declaró el director del hipermercado.
