Una demanda colectiva fue presentada en Detroit, Michigan, en la que se acusó a Ford y el proveedor alemán de autopartes Bosch por instalar dispositivos de software de manipulación de emisiones en los modelos 2011-2017 de las camionetas diésel Ford 250 y 350 Super Duty.
Chicago. Luego del escándalo Dieselgate del fabricante alemán de autos Volkswagen, ahora es el gigante automotriz estadounidense Ford Motor el acusado de manipular emisiones para promover sus camiones con motor diésel.
Una demanda colectiva fue presentada en Detroit, Michigan, en la que se acusó a Ford y el proveedor alemán de autopartes Bosch por instalar dispositivos de software de manipulación de emisiones en los modelos 2011-2017 de las camionetas diésel Ford 250 y 350 Super Duty.
De acuerdo con el bufete jurídico Hagens Berman, las camionetas afectadas por las que los conductores pagaron US$8.400 más que por las de gasolina por su mayor eficiencia de combustible, pueden emitir niveles de óxido de nitrógeno 50 veces mayores que lo permitido.
Sin embargo, el bufete indicó que Ford vendió y promocionó estas camionetas como "las Super Diesel más limpias que haya habido" y afirmó que utilizaban "tecnología validada y estrategias innovadoras de Ford para cumplir los más recientes estándares federales de emisiones".
Hagens Berman presentó 58 cargos contra Ford y Bosch por violaciones de leyes del consumidor estatales, leyes de publicidad engañosa, leyes de prácticas comerciales engañosas y de la Ley contra la Extorsión Criminal y las Organizaciones Corruptas (RICO).
El bufete añadió que "Ford no actuó solo", sino que se coludió con Bosch en un esquema organizado para evadir los requisitos de emisiones con afán de lucro.
Ni Ford ni Bosch han respondido a las acusaciones.