Como el principal motor del crecimiento mundial durante buena parte de la última década, China fue una bendición para las grandes firmas internacionales que buscaban aumentar sus ganancias mientras las economías en otras partes sufrían dificultades.
Shangai/Zúrich. Una desaceleración en China está obligando a las firmas multinacionales a tratar a la segunda mayor economía del mundo más como a un mercado desarrollado, alejándose de una búsqueda directa de crecimiento para centrarse en negocios premium o en mejorar la productividad al invertir en personal.
Como el principal motor del crecimiento mundial durante buena parte de la última década, China fue una bendición para las grandes firmas internacionales que buscaban aumentar sus ganancias mientras las economías en otras partes sufrían dificultades.
Ahora, sin embargo, Pekín está intentando reequilibrar su economía a un ritmo más sostenible de expansión descrito por el presidente Xi Jinping como la "nueva normalidad".
Con el crecimiento de la economía china en su nivel más lento en una generación, una gran cantidad de empresas ha citado este trimestre a China como la causa de unas ganancias menores que las previstas.
"Hemos entrado en la nueva etapa, una nueva normalidad con un crecimiento más lento, y eso cambia la dinámica empresarial y modifica el panorama", dijo John Lawler, CEO para China de Ford, en una conferencia reciente de empresas estadounidenses en Shanghái.
En las últimas semanas, la demanda apagada en China ha sido culpada por las ventas débiles y los recortes en las previsiones de empresas como el minorista de artículos de lujo Burberry, el copropietario de KFC Yum Brands, la firma de consultoría y hardware para computadoras IBM y el fabricante japonés de robots Yaskawa Electric Corp.
Datos económicos publicados en octubre también mostraron que el crecimiento de las exportaciones de Japón se ralentizó bruscamente, mientras que las exportaciones de Corea del Sur cedieron. Ambos fenómenos fueron atribuidos a la desaceleración en su gigantesco vecino.
Las empresas en sectores como la construcción y la minería han sentido el mayor impacto. El fabricante de maquinaria pesada Caterpillar ha esbozado planes para recortar el gasto de capital y reducir unos 10.000 puestos de trabajo, mientras que el conglomerado industrial United Technologies Corp dijo que su negocio en China podría disminuir hasta un 15% el próximo año.